Home Nuestra Palabra Javier Peralta RETRATOS HABLADOS

RETRATOS HABLADOS

0

Recuperar la UAEH

Todo sistema político es responsable de dar vida a sus propios engendros, que igual al personaje de la novela de Mary W. Shelley, primero son recibidos con beneplácito por ser la solución a un conflicto coyuntural del que solo pueden salir con el uso de la mano que golpea la mesa, y conservar, en apariencia, su imagen de sistema conciliador y tolerante. Son inventados de la noche a la mañana, y con frecuencia desechados en ese mismo tenor.

Sin embargo en no pocas ocasiones el ente cobra vida propia, camina a su antojo, crece ante el regocijo de sus creadores que lo presentan ante propios y extraños como ejemplo de que lo plantado por Bernard Shaw en su obra de teatro “Pigmalión” es posible, totalmente posible.

Pero llega el momento en que sucede lo que debe suceder cuando el creador de pronto descubre que su creación no solo ya no le sirve para el objeto que fue inventado, sino que incluso se le rebela, lo reta, y por último lo maldice. El ente de pronto cree que la invención no es él sino el otro, y asume que luego entonces tiene todo el derecho de buscar la destrucción de una realidad plagada de mentiras y absurdos. Sabedor de que esa acción conlleva su propia destrucción ante el abandono de quien antes lo consentía y le procuraba, se muestra dispuesto a la propia desaparición siempre y cuando conduzca a la nada del todo.

Sí, parece una reflexión enredada y plagada de lugares comunes, pero por muchas razones el proceso judicial que ahora vive el líder absoluto del Grupo Universidad, por su siglas G.S.C., quien ya fue vinculado a proceso en el penal de alta seguridad de El Altiplano por operaciones con recursos de procedencia ilícita, defraudación fiscal y delincuencia organizada, mantiene una íntima relación con un sistema como el mexicano que se nutre de la creación de sus propios engendros.

Engendros que festejan en su nacimiento, para luego repudiar y pretender enterrarlos hasta el fondo de la tierra cuando ya no sirve a sus intereses, y porque además no puede mostrarse sorprendido que su creación haya tomado el camino digamos malo, si su razón de ser era representar la mano que pega en la mesa, la que golpea por la espalda, la que hace el trabajo sucio.

Nadie escapa a su destino, menos los que siempre caminaron en medio de la delgada línea que separa lo que es justo de lo injusto, lo legal de lo ilegal.

Nadie imaginaba, mucho menos el directamente afectado, que de manera tan rápida llegara a su fin una carrera política que creyó eterna, cimentada en estructuras tan fuertes que parecía imposible fuera derribada. Sus aspiraciones rebasaban para estos momentos el plano meramente político, y empezaba a descubrir que resultaba viable construir un imperio económico, muestra de lo cual eran sus inversiones en viñedos localizados en Baja California, y según se afirma en otros países.

Y no, de ninguna manera estamos ante un modelo de maldad o cosas por el estilo. Para los que hasta hace poco no podían tocarlo ni con el pétalo de una crítica, y de pronto ya son los más terribles inquisidores del que apenas unas horas antes, temblaban si escuchaban su voz, es deber señalarles que estamos ante un hecho simple y sencillo de la propia condición humana.

Pero más allá de todo lo anotado, que finalmente nos hace ver los vaivenes de la vida en un grupo, una persona, lo importante y fundamental es que la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, sus alumnos, maestros, investigadores, trabajadores, recuperen la fe y confianza en la institución educativa más importante de la entidad, y por eso la razón de llamarse nuestra Máxima Casa de Estudios. 

Es deber de toda la ciudadanía que la UAEH nunca más se vuelva a convertir en centro de operaciones de ningún grupo político, de ningún partido, sea de izquierda, derecha o centro; de ningún grupo de supuestos “revolucionarios” trasnochados, de ninguna élite… sí en cambio de la inteligencia, del conocimiento, de los que por esa razón nunca asumirán poses de soberbia, porque esa solo puede estar ligada a la ignorancia.

Que sea para bien de la educación superior en nuestro Estado.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta