DE CUERPO ENTERO

¡ATENCIÓN!

A TODAS LAS AUTORIDADES DE SALUD: MUNICIPALES, ESTATALES Y FEDERALES.

  • Los estragos en la sociedad son evidentes en lo económico, social y físico

La historia ha mostrado que las pestes (pandemias) han significado la debacle de cientos de países, y que la muerte suele rondar con risa burlona por muchos años. En la última de 1918 llamada “gripe española”, que generó de 20 a 40 millones de defunciones por año, provocó un retroceso inimaginable en los pueblos de la tierra. Sin embargo, nuestra época es diferente: de la última han pasado ya cien años y el avance tecnológico es supremo, bástenos apuntar la inmunización a través de las vacunas, y los recursos de la ciencia médica en el manejo del paciente grave. 

Todo esto es cierto y hace cien años no se conocían los antibióticos, ni se sabía el origen viral de la pandemia, pero sí existía el sentido común y existen imágenes de esos tiempos donde todos usaban cubrebocas; vaya, imaginaban ya que era una forma de prevenir. Hoy parece que para algunos esto no tiene importancia.

Los estragos en la sociedad son evidentes en lo económico, social y físico. Todos sabemos porque a lo mejor en familiares y conocidos muy cercanos, ya ha habido tragedias por COVID-19, y el miedo y la ansiedad campean por todos lados. 

Hoy día, uno de los problemas que más lastima a toda la población es la ansiedad y la depresión, la gente tiene miedo y la sombra de la muerte asoma siempre en el horizonte; es evidente más en la gente mayor, porque esta maldita enfermedad vino con dedicatoria predominante a la gente mayor, diabética, hipertensa y con obesidad. Ya son más de 60 mil defunciones y como afirman estudios serios de la Universidad de Washington, a finales del año serán por arriba de los 120 mil.

Sin embargo, esta carta no es para recordar a las autoridades de salud lo que saben muy bien; no, es para hacerles notar a tiempo y conste que en este diario con esta fecha lo estamos diciendo:

1.- La atención general de las enfermedades habituales se ha suspendido; en aras de convertir a todos los hospitales en “Hospitales COVID” se ha abandonado la atención imperiosa, por ejemplo de las enfermedades de las tres primeras causas de muerte en México: problemas cardiológicos, diabetes mellitus y problemas de cáncer.

2.- La mayoría de los centros de salud, sobre todo los más alejados, han abandonado sus acciones regulares, justificando que todas las baterías están encaminadas al COVID, y muchos mejor han cerrado.

3.- En el sector de salud para pacientes derechohabientes las citas, por ejemplo, para diagnóstico y seguimiento de problemas oncológicos se han diferido hasta diez meses, imaginando que también los tumores tienen miedo.

4.- De acuerdo con un informe de SSA Y CONAPO (Consejo Nacional de Población), publicado en El Universal el 3 de agosto del presente año, se esperan 145 mil 719 embarazos excedentes entre 2020 y 2021, es decir más embarazos por el abandono casi total en el otorgamiento de métodos anticonceptivos.

5.- El cuidado de la salud sexual y reproductiva ha quedado como letra muerta, puesto que dentro de este excedente de nacimientos, para el año que viene se esperan 21 mil 575, es decir el 15.8% corresponden a adolescentes menores de 18 años.

6.- Anotemos también que muchos pacientes no acuden a los centros de salud por miedo, por temor a contagiarse y por la inmisericorde difusión a través de las redes sociales de noticias absurdas y venenosas, que marcan que el gobierno quiere matar a los viejitos para ya no darles su pensión.

Autoridades correspondientes: 

La ola que se avecina,, de no hacer nada será un tsunami inimaginable, porque además del coronavirus se agregarán fallecimientos de esos padecimientos que dejaron de atenderse; es evidente que la tarea es titánica pero no existe otra ruta que el enfrentar la situación.

Es tiempo de una campaña por todos los medios, donde se haga ver de la prestancia de todos los centros de salud y la responsabilidad de cada ciudadano al cuidado de su salud.

Todos tenemos obligaciones que cumplir, y así poder decir a corto plazo: ha valido la pena.

¡TODO PASARÁ!