MANOTAS

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ALFIL NEGRO

  • La voz popular cuenta muchas veces sólo si conviene

Se ha dicho por la experiencia que dan los hechos, que en política quien debe decidir por que vivimos en una democracia, es el pueblo y nadie más, pero lo que se ve, es que en las decisiones fuertes como las candidaturas para los puestos de poder, las apuestas se hacen  siempre en nombre del pueblo, pero la realidad es que van más o menos 50 y 50, porque a la hora buena se toman en cuenta para la decisión final factores varios, como son los grupos Poderosos o personajes que por su carrera o por el cargo que desempeñan son como referencias obligadas, para decidir, y ni se diga los proyectos o planes de cada partido, que se llevan a cabo en un radical juegue de ajedrez, para inclinarse por alguno de los aspirantes.

No es nada nuevo, porque es un ejercicio que se hace siempre y en todos lados.

A lo mejor esto puede explicar que aparezcan candidatos, que a veces ni del partido que los postula sean, en medidas extrañas que provocan el coraje de los miembros de ese partido. O el caso de alguien que en opinión de todo mundo, esto es del llamado pueblo, son los indicados para ganar, y resulta que a la hora buena, el elegido es otro, quedando claro que la voz popular cuenta muchas veces sólo si conviene.

Pero desde luego que tienen una explicación, que se debe remitir a lo que se puede conocer como “política manotas”.

Pero, ¿qué diablos es eso de “política manotas”?

Al parecer se refiere a la manera en que manos  poderosas entran para decidir en este tipo de hechos.

Hablemos de Hidalgo, que acaba de vivir la jornada de elegir candidatos y en la lista que se conoce, muchos son la decisión del pueblo, en otros la voluntad de personajes poderosos, otros como parte de grupos de poder que se reparten estos cargos, porque así les conviene para sus planes particulares, y muchos, como expresión de los proyectos de cada partido, que le apuesta al acuerdo y convenio con otras fuerzas, para mantenerse  en el escenario del juego político.

Son manos fuertes que tienen la estatura para poder  jugar sus cartas en este mundo, en que la estrategia juega un papel preponderante, con medidas en que parece que pierden y resulta que al final ganan.

No es nada nuevo, porque en este juego siempre se ha jugado así y porque para ser mano fuerte, se debe tener una carrera exitosa que genere esta posibilidad.

No cualquiera. Esto puede explicar candidaturas raras, o que aparentemente no tienen lógica.

Veremos cómo les resultan las jugadas…