¡Ni los muertos se salvan!

Pulso del Mezquital

 

La fama combinada con una pizca de poder, es un vicio, como el alcohol, las drogas, el cigarro, la flojera o lo bobo, cuando se apodera de alguien, difícilmente abandona ese cuerpo. Las víctimas de estas debilidades no conformes lo hacen público, mostrando el cobre, como si fuera una che gracia. Para beneplácito de nosotros los mal pensados y lenguas larga, en este show llamado política, el que no cae, resbala, demostrando que peores cosas están por venir. La ingenuidad de algunos es enfermiza, prácticamente demuestran que cuando se hizo la repartición de la inteligencia llegaron tarde o de plano no se formaron.

¡Mire! que querer repartir ramilletes de flores panteoneras en camposantos donde yace la gente jodida, hágame el “favor caborn”. Resulta que para no variar con las fechas de Día de Muertos, la exdiputada federal suplente, Marili Olguín Cuevas, se le ocurrió la brillante idea, de acudir con su cuadrilla de mujeres generosas a los panteones más humildes de Ixmiquilpan, para repartir entre la gente (obviamente entre los vivos, porque los difuntos no votan) unos ramilletes de flores de cempaxúchitl, prácticamente un insulto a la inteligencia, a la dignidad y al sentido común de las personas, ¿en qué cabeza cabe?, sólo en la de ella.

Su ingeniosísima idea, era acudir a dejar sus pálidas flores a los panteones donde están sepultados aquellos que eran tan pobres, pero tan pobres, que cuando pasaba el camión de la basura lo asaltaban, la única vez que probaron carne fue cuando se mordieron la lengua, imagínese que en tiempos de frío para calentarse se mentaban la madre entre ellos, dormían tan juntitos que soñaban lo mismo, las mujeres se embarazaban cada año para tener algo en la panza. Lo contradictorio de su iniciativa, es que en algún tiempo propuso que para acabar con la pobreza era eliminando a los pobres, ahora se le ocurrió que lo mejor sería premiándolos con unas escuálidas florecitas.

Apenas el año pasado, se le ocurrió la fascinante idea, que era mejor matar a los chavos de Ayotzinapa para que no se reprodujeran, todo porque en su escandalera, evidenciaban la pobreza en la que viven, estudian y se preparan para ser los maestros del futuro. La actitud clasista de la exlegisladora priísta, sólo queda una frase que le acomoda, trágatela tierra y escúpela en Oaxaca, allá no hay clases (el que entendió, entendió).

Mientras, otros demuestran que en Ixmiquilpan la vida no vale nada, las leyes son llamados a misa, los hombres les huelen los bigotes a pura pólvora, haga de cuenta que las diferencias entre dos mancebos las resuelven como en el viejo Oeste, aunque en este caso las balas impacten en las pérfidas e insolutas mujeres. La semana pasada, en un simpático y variado establecimiento llamado El Dubai, un pleito de machos acabó con dos lesionadas, o sea, dos muchachonas que ahí prestan sus servicios, terminaron como colador, todas balaceadas, una de ellas en estado crítico. Uno pensaría que ante los constantes eventos violentos, este changarro ya debía ser clausurado definitivamente, para evitar más desgracias y no haya más huérfanos, viudas o viudos, que les pase lo que al perico, pierdan por asomarse.

Realmente no hace falta echarle mucho coco, si consideramos que el encargado de mantener el orden en estos establecimientos, es el perredista, Juan Diego Beltrán Chávez, director actual de reglamentos en Ixmiquilpan, que aunque lleva nombre de santo, es y ha sido dueño de changarros como estos, donde se promueve el pecado, pues siempre ha tenido una fascinación por las mujeres malas pero que son re buenas.

En Corto:

* Mañana martes, el Gobernador del estado, Francisco Olvera Ruiz, realizará una gira de trabajo en el municipio de Chilcuautla.

* Aprovecho este espacio, para enviar un cariñoso saludo a mí buen amigo, Fernando Salvador, a quien deseo pronta resignación por la irreparable pérdida de su señora madre.

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