Rebeldes revolucionarios
- Hoy hablamos de En defensa propia. Joaquín, un hacendado, jura venganza contra el asesino de su gente, pero equivocadamente busca a un bandido de sobrenombre “El Alacrán”
Hace unas tardes tuvimos la oportunidad de ver en A Mas, En defensa propia, una cinta de Toni Sbert ambientada en tiempos anteriores a la revolución.
El guión del propio realizador y Arturo Rosenblueth se fusila el inicio de Erase una vez en el oeste de Sergio Leone. “El Negro” (Carlos Cardán) asalta una hacienda y mata a mujeres y niños, antes de apoderarse de las escrituras del lugar, que tiene yacimientos petroleros.
Era la hacienda de Joaquín (Mario Almada), quien jura venganza.
Erróneamente va tras “El Alacrán” (Jorge Luke) un bandido local que vive en las montañas.
Admirado por su valor, lo invita a unirse a sus filas para luchar contra el hacendado Don Matías (Tito Junco), quien le cuida la propiedad a su sobrina Rocío (Alicia Encinas), pero que la quiere vender. Tiene como caporal al Negro, que se ha apoderado de muchas tierras para que el norteamericano McKenzie (Max Kerlow) las explote.
Sbert, fallecido en Los Ángeles en 2002, tuvo una interesante carrera en los setenta, que incluyó siete interesantes cintas como La puerta falsa y Sin salida.
Aquí logra una curiosa muestra de cine revolucionario, con chili western y explotadores norteamericanos, con algunos buenos momentos, como el de la muerte del Alacrán a manos de la traicionera Rocío, que levanta a los campesinos y hace recordar a Emiliano Zapata, que había filmado años antes Felipe Cazals.
En defensa propia resultó pues, una interesante película que nos hizo recordar a Sbert.