La menguada lucha campesina
Hoy el Congreso Agrario Permanente (CAP) se ve más debilitado que nunca y no es para menos, la mala conducción de la lucha campesina, la ausencia de resultados concretos para con sus afiliados y la falta de una negociación efectiva con el gobierno estatal, han dejado en el papel de “mendigos” a los y las dirigentes de las organizaciones que lo integran, lo anterior porque no han podido adaptarse a la realidad que enfrenta el estado y no han cambiado sus paradigmas de lucha, en donde siempre se busca el paternalismo del gobierno en turno.
Como olvidar aquellas ocasiones en que, los integrantes del CAP, echaban la casa por la ventana para realizar su eventos, y sin poner de pretexto la contingencia sanitaria, esos eventos distan mucho de la paupérrima conferencia de prensa que ofrecieron el pasado 13 de Julio en la Plaza Juárez, en dónde además quedó al descubierto la nula relación que tienen con los medios de comunicación y sí, las relaciones que han entablado con los pseudoperiodistas conocidos como “orejas” que más que ejercer el periodismo se dedican a informar a gobierno lo que sucede en las ruedas de prensa.
Lo anterior sin contar los perfiles oportunistas que un día están de un lado y al otro ya brincaron para el opuesto sin haber dejado del todo al primero. No fue sorpresa, para nadie, que Isidro Pedraza como líder nacional de la Unión de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC), haya regresado al escenario político en esta rueda de prensa organizada por el CAP, ya se huele que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) podría impulsar a este rancio perfil para que compita por la presidencia municipal de Pachuca.
En tanto organizaciones añejas que no cuentan ni con mil afiliados que es poco pedir, se han convertido en el lastre de las que sí trabajan, se han convertido en los parásitos que sólo comen cuando hay, sin hacer gran esfuerzo, sin aportar, sólo manteniendo la mano extendida para ver “si hoy les toca”, y mientras esto sucede, otras organizaciones se llevan gran parte del pastel en las negociaciones.
Hoy frases y palabras como: “acuerdo por el campo”, “pacto por el campo”, “lucha campesina”, “movilización”, “resultados”, “gestión”, entre otras, les quedan grandes al puñado de organizaciones que hoy conforman el CAP, y les quedan grandes por los errores garrafales que han cometido los líderes en lo que han llamado “lucha”, lo que les ha orillado a quedarse sin resultados y por ende sin capital humano, ya que para un campesino es mejor afiliarse a una organización que sí de resultados a una que te diga que sí pero que jamás veas pa´ cuando.
No sé ustedes, pero la percepción que hoy el Pequeño Timmy tiene del CAP, es el de un camarón que se durmió y se lo llevó la corriente; un amasijo de organizaciones conformistas que ponderaron y le dieron mayor peso a su bienestar personal que al de sus agremiados, y en esta vida todos los precios se tienen que pagar. Hoy, ha quedado claro, sólo funcionan para armarle el escenario al gran cacique de las organizaciones campesinas, el déspota que quiere ser presidente municipal.