ALFIL NEGRO

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(En 152 días registro de candidato a Gobernador)

EN DÍAS DE MUERTOS, DÍAS DE VIVOS

QUE QUISIERAN A MUCHOS MUERTOS

 

A unos días de que se celebre la fiesta de SANCTORUM, de los santos, o de los fieles difuntos, o de los muertos, en la política del estado se puede hablar de que la fiesta está más viva que nunca y que los aspirantes a los cargos fuertes que estarán en juego el 5 de junio del 2016, se mueven con tal celeridad y alegría que la fiesta de los muertos pasa a ser la fiesta de los vivos; aunque no crea usted, al final de todo el rejuego, habrá muchos difuntitos a los que habrá que ponerles sus ofrendas porque habrán pasado a mejor vida, por aquello de que las candidaturas son contaditas y los aspirantes sobran. Porque las filas doblan en las esquinas como en los tiempos de estreno de las películas de Cantinflas, cuando los que las querían ver tenían que esperar horas y horas para poder comprar boleto. Como ahora en que los que quieren una candidatura la pelean con todo, con campañas disfrazas de recorridos de buena voluntad, encuestas que nadie manda a hacer pero que aparecen por obra y gracia de Houdini, y apariciones públicas milagrosas. Es la época de muertos, con vivos muy vivos.

 

Estos días de muertos están resultando días de vivos en política, por la forma como se están dando las cosas entre los aspirantes a las candidaturas y a los puestos en juego, y que tienen que ver con la madre de todas las elecciones y que ya están en plena batalla y que nadie en su sano juicio puede negar.

Y esto en todos los partidos políticos, aunque todos los ojos estén orientados, por lógica, en el PRI, por lo que significa de poder y de posibilidades reales de llegar a los puestos en pelea, por tradición, historia y por la fortaleza que tiene este partido en estructura, en maquinaria electoral y en votos, que es lo que da las victorias finalmente.

Por todo ello, y porque la hora en que se dará el palomeo está a la vuelta de la esquina, es que la fiesta de los vivos está en todo su apogeo.

PRIMERO LA ELECCIÓN DEL NUEVO JEFAZO EN EL PRI

La primera movida es la elección del nuevo Presidente del PRI, que ocupará el cargo de auriga del carro del partido del Bulevar Colosio para la gran batalla.

Y aunque los adivinos manejan nombres y nombres, ya se los dije desde hace buen rato que el bueno es ALBERTO MELÉNDEZ APODACA, todavía chambeando como debe ser como Secretario de Planeación y Desarrollo, pero con la bendición de quien debe darla para que sea quien dirija al ejército tricolor para la madre de todas las elecciones, con el consenso de las dos torres de Hidalgo en la política, esto es MAO Y FOR.

Y si no hay sorpresas de última hora, en la Secretaría General estará la ex diputada federal EMILSE MIRANDA, la de San Bartolo Tutotepec, por aquello de la equidad de género.

Se quedarán fuera los otros aspirantes que al parecer no harían mal papel como ROBERTO PEDRAZA, RAMÓN RAMÍREZ, VÍCTOR VELASCO, y la tiradora a todos los puestos MIRNA HERNANDEZ.

Esta es como la primera parte de un drama llamado “La gran batalla tricolor”, que se inicia con la selección del gran general para la madre de todas las elecciones.

DESPUÉS LAS CANDIDATURAS

Enseguida viene la selección de los candidatos.

Y aquí es donde la fiesta de los vivos se pone buena.

Porque es donde brincan que es un contento, porque la verdad es que todos quieren ser, porque todos sienten que tienen méritos para ser los elegidos y ropajes para encabezar el desfile como los abanderados de su partido, y para ello en los días previos a la gran decisión hacen su lucha con todo lo que tienen a la mano.

Por su parte no va a quedar.

Y ni modos que no nos demos cuenta.

Además de que están en su derecho de hacerse presentes entre la ciudadanía y de decirle a su partido que están en la pelea y que en esta hora de las ofrendas, ellos todavía no están en esta tesitura de que les pongan mole y frutas, ni bebidas o chocolate frente a sus fotografías, porque están más vivos que nunca y dando la batalla.

Y en esta actitud están todos los que aspiran, porque como decía don viejito “El que respira, aspira”, y la frase tiene su sabiduría, digo Yo.

Lo cierto es que en plena fiesta de muertos, la fiesta es de los vivos y vaya si están vivos.

Lo único lamentable es que al final habrá difuntitos que se habrán ganado sus ofrendas.

Ni modos, así es este juego en que sólo uno gana y todos los demás de algún modo pierden.