Letras y Memorias

Crónica Sie7e

  • “Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo”, Mario Benedetti

Cuando las manos escriben estas líneas y otras más, palidecen ante las memorias de los últimos siete años que se han vivido en esta urbe de vientos férreos y manjares.

Parece más breve el tiempo que se ha pasado en esta capital de calles angostas y enormes vialidades conjuntadas en el mismo espacio; parece breve lo vivido en una ciudad que siete años atrás me abrazó con un clima cálido y cielos azules que renovaron la esperanza de un joven que quería devorar cada espacio próximo a ser explorado.

Recuerdo la claridad de ese primer almuerzo aquí: chilaquiles y carne asada, café y fruta. No suena muy hidalguense que digamos, pero fue lo primero que comí mientras veía a Benito Juárez vigilando el Palacio de Gobierno.

Di también un vistazo al que ha sido mi espacio favorito desde entonces: el Monumental Reloj de la Plaza Independencia. Pareciera que gracias a ese recorrido y el descanso bajo los árboles que por aquel entonces había, redefiní el concepto de la temporalidad, del transcurrir de los segundos, minutos y horas, todo mientras notaba el viaje de las esponjosas nubes por el cielo azulado.

Pachuca y sus vientos, me presentaron a las amistades que han acompañado desde el 29 de julio mis pasos por estas calles, por el Cuartel del Arte y Guerrero, en la fuente de los Niños Héroes y jugando al literato dentro de la biblioteca Garibay; hemos compartido comidas en el mercado 1° de Mayo y platicado en el Jardín del Arte, además de disfrutar momentos gratos en el Estadio Hidalgo tomar fotografías en ese recinto de adoctrinamiento espiritual, conocido como “La Villita”.

Llegué aquí con el sueño de convertirme en periodista y escritor, y puede que justo ahora no sea una ni otra cosa pero, lo que sí he sido, es muy feliz en este lugar.

Entre teorías de la comunicación y prueba y error en una cabina de radio, aprendí que a veces el escenario planteado por nosotros en tiempos previos, no es tan similar a lo que terminamos por hacer, y esa es la valía de la vida: dejarnos sorprender por los giros que el destino nos entrega a cada día, en cada ciclo nuevo que uno comienza con un pensamiento pero que nos deja una incógnita sobre su fin.

Porque cuando uno piensa que el cierre de un ciclo tendrá un final insípido y ordinario, de pronto en noviembre le iluminan la vida unos ojos sinceros y la voz que devolvió los ánimos para retomar los sueños.

La vida suele regalarnos oportunidades de forma cotidiana, y de uno depende cómo tomarlas, y he de decir que nunca me arrepentiré de haber elegido esta ciudad como mi hogar, cuando dejé mi pueblo natal para ampliar mi panorama, aunque lo cierto es que tal vez esta ciudad me eligió a mí, me adoptó, así como ha adoptado a muchos más, no sé, puede que después de todo los hilos místicos del destino, así lo hayan querido.

Y es que, de no ser por ello, por esa comicidad superior a mis pensamientos, yo no estaría aquí, con ustedes, compartiendo la valía que tiene para uno el vivir en esta tierra de trabajo y oportunidades para soñadores como quien les escribe.

Bien pude haber jugado a ser un Imannuel Kant (guardando proporciones, claro está) y jamás salir de mi terruño, pero lo mejor que pudo pasarme, fue llegar a este punto, conocer a las personas que hoy son mis amigas y amigos, ceder mi fuerza de trabajo a los sitios en los que actualmente laboro, y descubrir que en la tierra del paste, un poblano-mexiquense tiene cabida para empezar desde cero, construir un imaginario imperio y lograr conquistas como si de un general clásico se tratase.

Y henos aquí, luego de siete años y múltiples tropiezos y aprendizajes, esperando que este camino que se cimentó con la sonrisa de mi amiga Alejandra y el saludo de mi casi hermano, Pablo, se mantenga, así como logró reafirmarse gracias a las palabras de Lili, las bondades de Rey y las fotografías de D’zoara, añoro que el camino continúe bendecido por la compañía Martín, Brenda y mis tres mosqueteros de la prepa, la honestidad de Luis Carlos y la sinceridad de Gris; así como ha valido cada día junto a todas las personas que me brindaron lo mejor de ellas y a quienes llevo en el corazón y la mente.

Gracias por tanto.

¡Hasta el próximo martes!

Postdata: Son muchos los nombres que hacen falta aquí, pero todos son recordados y honrados a diario.

Mi twitter: @SoyOsmarEslavaMi correo: osmareslava@plazajuarez.mx/historico/historico

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