#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO
- El hispano se alzó con dos orejas y salió a hombros de la Vicente Segura, Antonio Lomelí cortó un apéndice y el pachuqueño Samperio fue ovacionado.
Estimados Amigos, en la Monumental Plaza de Toros “Vicente Segura” la tarde de ayer se dio el cerrojazo del Serial Taurino San Francisco 2015, con una Corrida de Toros en la que el hispano Jaime Martínez recibió la Alternativa de manos del hidalguense Pablo Samperio, ante el testimonio del capitalino Antonio Lomelín, completando el cartel el Rejoneador Leonardo Zataraín, también hidalguense, lidiando cuatro toros de Felipe González, dos de Torreón de Cañas y uno de Pilar Labastida.
En tarde agradable, aunque nublada, con una aceptable entrada de entusiastas feriantes que cubrieron tres cuartos del aforo de la Monumental pachuqueña Jaime Martínez, oriundo de Jerez de los Caballeros, Badajoz, Extremadura y avecindado, desde hace casi, en Apan, Hidalgo, cinco vio cumplido su sueño de convertirse en matador de toros, cuando Pablo Samperio le cedió al toro “Pulquero”, de Felipe González, número 306, con 510 de peso, de capa cárdena, vuelto y zurdo de encornadura, al que el toricantano lo toreó de capa con ajustadas verónicas que le fueron coreadas con fuerza por el respetable, quito por chicuelinas antiguas y con la muleta enseñó sus buenas maneras para hacer el toreo metiendo al toro en el engaño para instrumentarle series en redondo, sobro todo por el lado derecho, llevando muy toreado al cárdeno, para rematar las serie con pases de pecho y cambios de mano, armando la escandalera en el tendido, se tiró a matar señalando una entera un tanto trasera que fue suficiente para despachar al astado nevándose el tendido pidiendo las orejas, finalmente el Juez Don Guillermo Balderrama solamente concedió un apéndice.
A su segundo, el séptimo de la noche un precioso toro de Torreón de Cañas, de nombre “Campirano”, herrado a fuego con el número169, de pelaje negro zaino, de 530 kilos de peso, bien puesto de pitones, un toro precioso, largo, alto de agujas, bien rematado, bravo que tomo con buen estilo los capotes, instrumentándole Jaime dos verónicas con ritmo y sabor, para seguir con chicuelinas que le jalearon con fuerza; con la muleta realizó una faena inteligente, toreando en redondo por ambos lados, demostrando experiencia y técnica, no exenta de clase, tumbo al burel de tres cuartos de acero en el hoyo de las agujas, concediéndole usía otra oreja, que a nuestro parecer debieron haber sido dos.
Por su parte el Padrino de la Alternativa Pablo Samperio, se ha enfrentado en primer término a “Buen Amigo”, castaño aldinegro, de Torreón de Cañas, número 131 y de 540 kilos; Pablo lo ha toreado a la verónica con sabor y pureza en los lances, rematando con una bella media que ahí quedó, con la muleta Samperio se dobló toreramente señalándole la ruta al castaño que embestía con buen estilo, sin embargo fue perdiendo fuerza el toro y la faena declinando, con la espada Pablo no estuvo certero oyendo un aviso antes de que doblara “Ben Amigo” retirándose a la barrera con una cerrada ovación. En su segundo de nombre “Charro”, de Felipe González, número 299 con 480 kilos, Pablo ha salido a por todas, echando las rodillas a la arena a medio redondel para instrumentarle dos apretado y emocionantes faroles que levantaron a la concurrencia de sus asientos, ya de pie una serie de chicuelinas rematadas con la revolera, en el tercio final el toro sin ser de mal estilo tuvo poco gas, regateando las embestidas hasta quedarse completamente parado, estando voluntarioso el pachuqueño para sacarle pases aislado de buena calidad que le fueron coreados, mató de media en buen sitio para culminar su labor entre aplausos del cónclave.
En el Testigo de la ceremonia, Antonio Lomelín hay un torero importante, Toño tiene la onza, es cuestión de buena administración y las empresas le den toros, hoy no las ha tenido todas consigo, el que sería el primer toro de su lote, de Don Felipe González, se partió un pitón en el enchiqueramiento por lo que debió ser sustituido por uno de Doña Pilar Labastida, número 85, cárdeno, cornivuelto con 450 kilos, que ya tenía un buen tiempo en la plaza por lo que de salida acuso los resabios propios de un astado “corraleado”, esto es que ha permanecido largo tiempo en un corral; incierto de salida pegaba arreones a los capones de la peonada, aunque arremetió con fuerza al piquero en el primer puyazo salió suelto del encuentro doliéndose, ataco de nueva cuenta al picador, esta vez al de la querencia pegando un salto espectacular cuando sintió la puya, sin embargo el joven varilarguero Daniel Morales aguanto la reunión y pudo picarlo, pero ya el público manifestaba su inconformidad con el comportamiento del morlaco, ante esta situación Lomelín tomó muleta y espada, haciendo seña de que regalaría un toro y sin más trámite pasaporto a “Cumplidor”. En el segundo de su lote de nombre “Amigo”, de Felipe González, número 319, de 480 kilos, negro bragado de pelaje y cómodo de cuerna Antonio ejecuto el toreo a la verónica con arte y profundidad, rematando con un recorte soltando una punta del capote; con la muleta aprovecho las claras embestidas del astado realizando un trasteo que tuvo pases de calidad con ambas manos, mato de media en buen sitio y se le otorgó una merecida oreja. En el de regalo nada trascendente para consignar.
Abrió plaza el Caballero Hidalguense Leonardo Zataraín que se enfrentó a “Vecino” procedente de la dehesa de Felipe González, negro listón de pinta,
numero 309 con 490 kilos, astado que se prestó para el toreo a caballo Zataraín colocó dos rejones de castigo en buen sitio, banderillas largas y cortas, realizando una emocionante lidia que fue ovacionada con fuerza por la asistencia, desgraciadamente el rejón de muerte se fue muy abajo por lo que la gente le chillo al caballista, sin embargo le sacaron al tercio a recibir una ovación. A este toro el Cabo Alberto López de los Hidalguenses le realizó una emocionante pega.
Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.
