UN INFIERNO BONITO

SE ECHAN AL PLATO A UN GENDARME

Esta es la verdadera historia de unos gendarmes que se jugaron el cuero en una balacera contra los secuestradores que se llevaban a la Regidora de Chapantongo, varias horas duró hasta que mataron a un policía.

 

Lourdes Guerrero Martínez, del Partido Verde Ecologista, había sido levantada por un grupo de sujetos que iban armados hasta los dientes, esto sucedió el viernes pasado en aquella localidad.

Dos horas de plomazos, les pasaban rosando las orejas, otros se agachan para que no les pasara lo que al perico. El oficial Edilberto Jiménez Rojas fue el que quedó parando las patas; y la regidora está buena y sana.

Al ver los delincuentes que se les había acabado el parque, lograron escapar porque era una noche sin luna, parecía boca de lobo; los uniformados salieron tras ellos pero no los pudieron agarrar, se les pelaron de las manos. De acuerdo con los primeros reportes oficiales quedaron escritos en la carpeta, la Regidora fue interceptada como a las 9 de la noche en el momento en que viajaba en un automóvil Volkswagen tipo Jetta color blanco, junto con su chofer. Circulaban por la carretera local a la altura del crucero San Bartolo Ozocalpan, y la vía que conduce a la cabecera de Chapantongo.

Se dio cuenta que otro vehículo los iba siguiendo, se puso abusada y se comunicó con la policía por medio del celular. Los secuestradores se le cruzaron en la carretera, eran cuatro canijos que iban armados, bajaron de una camioneta Ford tipo Eco Sport, quienes la bajaron de las greñas de su automóvil y se la llevaron, su acompañante la quiso ayudar y lo dejaron quieto de un soplamocos.

Luego de la llamada de auxilio que les había hecho la Regidora, los uniformados al mando del comandante “Greñas” implementaron un operativo de localización y búsqueda. Al ver la camioneta, los gendarmes la corretearon y se soltaron los plomazos, tiraban sin descanso a fuego cruzado, hasta que uno de los guardines del orden cayó al suelo muy grave.

Lo mandaron al hospital y ellos siguieron tirándoles de balazos a diestra y siniestra, como estaba oscuro los uniformados se dieron cuenta de que ya no estaban los delincuentes y fueron a buscarlos; horas después por orden del director de seguridad pública abortaron la misión. Fueron al hospital a ver que Pez con su compañero, pero les dijeron que se había ido al valle de las calacas, hicieron lo imposible por salvarlo, pero por su gravedad se peló.

La Procuraduría General de Justicia del Estado, a través del Ministerio Público de Huichapan, dio inicio a la averiguación previa por el hecho de que se querían llevar a la regidora Lourdes Martínez, pero se la pelaron.

De acuerdo a los antecedentes del caso, se dijo que tres changos marangos que viajaban en una camioneta se bajaron y se llevaron a la regidora corriendo hacia el cerro junto con su chofer.

Pero dijo uno de los comandantes que a lo mejor al sentir que la policía les andaba pisando los talones para echarles el guante, los plagiarios decidieron abandonar a la víctima y a su chofer, dándoles una patada en las nalgas.

Se subieron a la unidad desesperados, con miedo de caer en las garras de la policía, sabiendo que la mujer pertenecía al partido Verde Ecologista, y esos güeyes dijeron que cadena perpetua a los secuestradores y sí cumplen, ya ven los animales del circo que están muriendo de hambre y no se los llevan a los Estados Unidos porque ya no quieren migrantes.

Con la velocidad que viajaban, en una curva les agarró la mano el chango y “bolas”, se volcaron, salieron y siguieron huyendo a pata. Respecto a la balacera, se tiraron fuego cruzado y por la oscuridad de la noche más o menos calculaban por donde salían los plomazos, hasta que cayó uno de ellos hicieron una pausa para darle atención y mandarlo a un hospital, pero cuando querían seguir ya se habían ido.

En tanto que la regidora y el chofer fueron rescatados, y sólo quedaron como pambazos del susto. Dijeron que ya se dio el pitazo a todas las cooperaciones del Estado y también salieron los agentes investigadores, que creen que en unos días agarrarán a los fracasados secuestradores. La mujer quedará bien protegida para que ya no vuelvan a intentar llevársela.

 

UN ADULTO MAYOR ACOSA A UNA MAESTRA

Muy atemorizada por las amenazas y acoso de un profesor viejo, una maestra que imparte clases en la comunidad de Acatlán lo denunció penalmente, dijo que es un viejo rabo verde que cada que la ve le dice que el día menos pensado, le va a dar para sus tunas porque le gusta mucho.

La maestra, de quien no decimos su nombre por cuestiones legales, pidió a las autoridades que ejerzan la acción penal en contra de Rodolfo Márquez Pérez, quien tiene antecedentes penales por homicidio y violación. Dijo que a lo mejor al mendigo ya no le sube el agua al tinaco, pero le cae gordo que la ande molestando, que desde hace tiempo es objeto de persecución. Se quejó con el Juez conciliador del municipio pero no hace caso, lo que quiere es su torta.

Comentó que en una ocasión llegó Márquez a la escuela, se acercó a ella y al preguntar qué se le ofrecía, le respondió que le llevaba un poema y una carta de amor porque lo tiene loco, que cada que la recuerda se hace justicia con la mano, porque ella no se anima a hacerle caso, que leyera la carta y el poema que le llevaba.

La joven rompió los papeles y se los aventó en su jeta, le dijo que era mejor que se retirara, el profesor se puso furioso, se le pararon los pelos del espinazo y le gritó que así tuviera que venderle su alma al diablo ella tenía que ser suya y que no dejaría de molestarla hasta que se acostaran juntos.

La maestra se asustó y convocó a una junta con los padres de familia y decidieron que pidiera la intervención del juez de Acatlán. Por un momento se calmó pero después siguió la burra al trigo. Dice la profesora que hay un camino a la escuela y de momento le sale y no la deja pasar, la ha querido abrazar a la fuerza y tirarla, pero como está muy panzón apenas alcanzó a darle un faul.

La maestra no tiene tranquilidad desde que el viejo no la deja en paz, la vigila todo el camino, la espera afuera de la escuela y le repite lo mismo, que no descansará hasta que se vaya con él; incluso les paga a unos vagos para que la cuiden y le informen qué es lo que hace.

Comentó la mujer que ella no quería preocupar a su mamá, pero le contó todo lo que pasaba, su jefa le dijo que no se preocupara, que desde el lunes la acompañaría y dentro de su bolsa de mano le llevaba una sorpresa.

Explicó que así lo hicieron y al ver que la maestra iba acompañada, la dejó y comenzó a decirle cosas en el oído a su mamá y también la amenazó que se la iba a echar, la agarró y no la soltaba, la señora utilizó toda su astucia, le dijo que sí andaría con él pero que la soltara, que no fuera brusco porque a las mujeres les gustan los hombre que las tratan con amor.

El viejo comprendió que mejor iba a pegar su chicle con la señora, que viéndolo bien estaba más buena que su hija. Le dijo la mamá a la maestra que se adelantara, el hombre le pidió un “kiko” en la boca, como sellando un compromiso de amor.

Le dijo la mamá que no sólo le iba a dar un beso, si no otra cosa, lo abrazó y lo puso a medio camino y le dijo “Cierre esos ojitos pispiretos y pare la trompita”, en profesor muy emocionado así lo hizo, en eso la señora le dio un golpe con la bolsa que cayó al suelo noqueado, nunca imaginó que adentro de la bolsa llevaba un ladrillo.

Desde entonces ya no ha vuelto a molestar a la maestra o a su mamá. Ahora anda siguiendo a la presidenta de padres de familia, que su viejo le dio un madriza y se lo llevó al Ministerio Público de Tulancingo Hidalgo, por acoso de una joven maestra, de la mamá de ésta y ahora de su señora; sacaron su expediente y supieron que el profesor ya no da clases porque estuvo en la cárcel preso por violar a un par de hermanitos de 9 y 10 años.

Los agentes de la Coordinación de Investigación fueron a buscarlo y lo llevaron ante el Ministerio Público acusado de acoso. Aceptó su culpa pero demanda a la madre de la maestra que lo golpeó con una bolsa y le reventó un oído, le tumbó tres dientes y le aflojó la muela del juicio.

 

MUY POCO LE DURÓ EL GUSTO

Un profesor era el hombre más feliz del mundo porque se compró un coche último modelo para llevar a pasear a las chamacas, manejaba metiéndole todo el acelerador que el motor zumbaba como avión de propulsión a chorro.

Se daba su taco ante sus alumnos y amigos que lo envidiaban porque daba el arrancón y luego frenaba, chillando las llantas en el asfalto. Pero una de tantas al frenar se descontroló y cayó a un canal de aguas negras.

Lo que les cuento sucedió la tarde del viernes en el camino para entrar al Fraccionamiento Rincones de la Hacienda de Tulancingo.

Sacaron todo cochino con unas lesiones leves a Miguel Ángel Martínez Cano, de 41 años de edad.

Al profesor le ayudó mucho traer puesto el cinturón de seguridad a que no saliera volando por la ventanilla al volcarse el carro Chevrolet, que quedó con las llantas hacia arriba. Salió de las aguas negras y lo revisaron los socorristas de la Cruz Roja para ver qué lesiones tenía.

Determinaron que estaba bien, sólo le hacía falta un buen baño porque apestaba a rayos, y que fuera a ver a un médico para que le lavaran el estomago por el agua que se tomó. Llegaron sus parientes y les dijo que estaba muy bien. Los peritos de tránsito le pidieron los papeles, dijo que estaban adentro del coche, junto con su licencia y la factura, que tenía dos días de haberlo comprado.

Les comentó que iba a reclamarles a los de la agencia que el coche no frena bien por eso se volteó.

Uno de los peritos le dijo que cuando un coche se corre a más de 100 kilómetros por hora y se quiere frenar, se debe hacer poco a poco, se mete el clutch y el pedal del freno.

Lo que él hizo, según las investigaciones, metió el freno de mano, por eso se paró al instante y se fue de lado, le aconsejó que fuera a la agencia a comprar otro porque ese coche ya no servía. Le preguntó del seguro y le dijo el profesor que él no lo ocupa porque no hay medicinas y las que dan son las que venden en las farmacias similares, por eso no se alivia la gente, le dijo que le preguntaba del seguro del carro, no del seguro social. Lo mandó al Ministerio Público andando porque si se subía a la camioneta patrulla, la dejaba apestosa.

gatoseco98@yahoo.com.mx

 

 

 

 

 

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