Si las elecciones fueran hoy… Él sería Presidente
- Toca al político mejor evaluado, Marco Enríquez Ominami
El Ministerio Público indaga el destino de 362 millones de pesos (unos 540.000 dólares) que la filial Salar SQM realizó a la empresa del exasesor y amigo de Enríquez-Ominami, Cristián Warner, su mano derecha en sus dos campañas presidenciales (2009 y 2013).
Si las encuestas fuesen una radiografía exacta del momento político y las presidenciales se realizaran este domingo en Chile, el líder del Partido Progresista de Chile (PRO), Marco Enríquez-Ominami, sería el próximo Presidente de la República de Chile. El exdiputado socialista que pretende llegar a La Moneda en su tercer intento se ha instalado como el político mejor evaluado del país.
La principal incógnita en el caso de Enríquez-Ominami, sin embargo, es si logrará mantener su popularidad hasta fines de 2017, cuando se celebren las elecciones, considerando que la Fiscalía anunció que lo citará a declarar como imputado en una de las principales tramas de financiación ilegal de la política que han remecido a Chile este 2015.
Hijo del fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez, asesinado por la dictadura militar en 1974, el líder del PRO ha sido vinculado por la Fiscalía al caso SQM, lo que resulta especialmente sensible considerando su biografía. La trama investiga los pagos irregulares a la política de la minera controlada por el exyerno de Augusto Pinochet, Julio Ponce Lerou, cuya fortuna tiene sus orígenes en la dictadura de su exsuegro (1973-1990) y en las privatizaciones de las empresas del Estado.
Aunque la compañía habría financiado las campañas de políticos que no son necesariamente de derecha, sino de diferentes sectores, las donaciones resultan especialmente complejas para dirigentes de centroizquierda y de izquierda, cuyo discurso público se instala en las antípodas de empresarios como Ponce.