Tulancingo
- De visita por Tulancingo, David Penchyna Grub, reconoció que tiene aspiraciones, pero que esperará los tiempos adecuados
El senador de la República reiteró que está a favor del debate y de la crítica, lo cual ha demostrado atendiendo cada una de las entrevistas que le han solicitado hasta el momento; y que será un modelo que llevaría al estado de Hidalgo, de alcanzar la gubernatura.
“Para que ya no se les atore el taco”, sí tengo ambición de ser gobernador, señaló el senador David Penchyna Grub, durante una reunión con periodistas de la región de Tulancingo, la tarde del pasado viernes.
Ante la inevitable pregunta, el senador comentó que se siente capaz de poder presentar un proyecto viable al estado (de Hidalgo) para construir una historia “a partir de lo que se ha construido en las últimas décadas y que aprovechemos lo que se ha hecho”.
Sin embargo, en todo momento dejó en claro que se adaptará a los tiempos y formas; “no me siento ni artista ni poderoso o diva para pensar en un proyecto que sea una aventura personal, soy una persona de equipos y quiero hacer equipo con la gente”.
A pesar de que reconoció que en el partido hay algunos que, no sólo tienen la misma aspiración, sino también la capacidad, enfatizó que esperará la convocatoria del partido, para la cual aspira y espera que tenga esa oportunidad, ya que “los sueños se van construyendo de realidades”.
Aseguró que en estos momentos no está trabajando para conseguir la gubernatura, porque siempre ha trabajado igual, entregando apoyos a la gente, un trabajo que ha hecho siempre y que puede demostrar.
Entre otros temas, Penchyna aseguró que, de llegar a la gubernatura, será receptor y respetuoso de la crítica, sobre todo de la emanada por la prensa, toda vez que es parte del quehacer político en el que se desempeña a diario.
La pregunta surgió a raíz de que, durante el largo proceso de defensa de la reforma energética, hecha por el senador Penchyna, y aunado al discurso del gobierno federal en spots, se sobreentendía una situación en la cual, quien no estaba a favor de dicha reforma, por consiguiente, no estaba informado.
Al respecto, David Penchyna señaló que esto se refería sobre todo a los debates que se daban con miembros de otros partidos; quienes en la mayoría de los casos, aseguró, presentaban argumentos sin fundamento; por lo tanto, “lo menos que les podía decir, era que son unos ignorantes”.