UN INFIERNO BONITO

ROBA POR SEGUNDA VEZ A SU TÍO

Por segunda vez le da en la madre a su tío llevándose un cuantioso botín, de pilón amenaza a sus familiares. Lo acompañaron dos de sus compañeros de la misma calaña, el agraviado Germán Pérez, está que se lo lleva Pifas, dice que aunque sea su pariente lo va a fregar.

 

El robo se realizó en la colonia Palmitas, donde se encuentra el mural que ha causado asombro y eso que es un pedazo de cerro. El botín que se llevó el sobrino fue nada menos que de 80 mil varos, consiste en dinero en efectivo, alhajas, equipo de cómputo y herramientas.

Uno de los vecinos lo vio, le quiso parar el alto pero por meterse en lo que no le importa por un pelito de rana le sacan las tripas. El robo se consumó cuando en la casa no se encontraba ninguno de sus familiares, en plena luz del día, delante de las personas que miraran al ladrón, le valía madre.

Por la tarde, el contratista que fue la víctima, recibió una llamada de su hija, le dijo que se comunicara con su carnala que lo andaba buscando como loca, porque su sobrino había robado en su casa; salió echo la raya, cuando vio lo que le robó por poco da el mulazo.

La víctima fue al Ministerio Público a levantar el acta, para que tomaran nota del robo, dijo que fue su sobrino, es hijo de su hermano Marcos, le salió con malas mañas y se volvió ratón. Se enteró por medio de unos inquilinos a quien le renta una casa, se llaman Paula y su hijo Carlos.

Ellos vieron con esos ojos que se van a comer los gusanos, que el joven salía como Santa Claus, cargando un costal en el lomo, se subió a un taxi junto con dos compañeros. La señora se atrevió a reclamarle diciéndole que lo que hacía estaba mal hecho, que regresara las cosas a su lugar, el muchacho sacó un cuchillo, la mujer brincó como chapulín porque le tiró un tajazo que le pasó rozando el ombligo.

Carlos al ver que a su jefa la iban a picar, no le buscó ruido al chicharrón, se metieron a la casa para llamar por teléfono a la madre del rata, para que viniera hablar con él, porque había dejado en la calle a Don Germán.

Comentó que ya conocía el camino porque hace unos meses le había robado, no lo denunció por su hermano; pero esta vez sí se lo va a ejecutar, pide que le corten las manos para que no robe.

Llamó al 066 y mientras llegaban los uniformados, Germán revisó qué se habían llevado los ladrones. Se habían metido por la ventana de la cocina que da al patio principal, se apoderaron de una soldadora y una cortadora de lija, dos taladros, un esmeril, martillos y una podadora.

Del cuarto de su hijo se llevaron una computadora, un DVD, su alcancía de cochinito, que tenía 17 mil pesos, además joyas de oro, como cadenas, medallas, esclavas y un reloj Mido. Volvió a decir que lo que le llena el buche de piedritas, es que no es la primera vez que roba, se había llevado una motocicleta amarilla modelo 2004 y 9 mil pesos.

El aquella ocasión no demandó por su hermano, o sea el padre del ladrón, que se comprometió a pagarle lo que su hijo se llevó. Dice que se andan con cuidado con el muchacho porque ha amenazado que cuando se meta a la casa de un familiar y traten de agarrarlo, no se va a tentar el corazón en darles en la madre.

Don Germán le echó lumbre al diablo, le dijo a la policía que su sobrino tiene varias demandas por robo, asalto a mano armada; tiene un padrino en la policía que lo deja salir. Echándole lápiz, el robo es de 79 mil 400 pesos, pero se dijo 80 mil pesos por el redondeo para el Teletón.

Mencionó con miedo a la policía, que lo cuiden a él y a su familia porque puede haber represalias con la venganza del sobrino, que es un autentico delincuente quien dijo que al primero que se va a echar es al tío, luego a su vieja, y después al primo.

 

INTERVINO EN UNA DISCUSIÓN Y SE MURIÓ

Un albañil tuvo un penoso fin. De repente sufrió una caída por meterse en lo que no le importaba. Hubo una discusión entre parientes en vía pública, José Oropeza, de 50 años de edad, chupaba como recién nacido en la calle con sus familiares, todo marchaba muy bien pero no faltó un pelo en la sopa.

De momento su sobrino José Alfonso Villena Tapia, que ya estaba pedo, comenzó a discutir con su papá Pedro, el tío se metió para llamarle la atención diciéndole que estaban contentos, que no echara a perder el momento, pero el muchacho estaba necio, se quería aventar un cayo con su jefe.

Ya picados lo había retado a mano limpia sin que nadie se mentira, se pusieron en guardia y brincaban como gallos de pelea padre e hijo, José el albañil, corría de un lado a otro para decirles que se calmaran, no se acercaba porque le fuera a tocar un madrazo.

En un descuido, abrazó muy fuerte al sobrino para controlarlo, por lo borracho y los forcejeos se cayeron, dándose un fuerte calaverazo el tío, el sobrino quedó encima, se paró para seguir discutiendo con su padre, porque no entendía razones, fue cuando vieron a José que estaba tirado, lo pusieron de pie pero se le doblaban las patas, lo vieron que hacía bizcos y no contestaba lo que le preguntaban, de pronto los ojos se le pusieron en blanco y se cayó.

Llamaron a la policía, ésta llegó con una ambulancia, trataron de auxiliarlo sobándole la molleja, dándole respiración de boca a boca, pero no reaccionó. Ya consiente lo trasladaron al hospital de Actopan, donde el lunes les dijeron que al señor se le había parado el corazón y se había ido al Valle de las Calacas.

Los hechos ocurrieron en el lugar llamado Pozo Grande, del municipio de Actopan Hidalgo, la noche del domingo. De la muerte del alarife culpan al personal del nosocomio, dijeron que no tenían equipo suficiente para esos biznes, se tardaron mucho tiempo, lo iban a llevar a otro lado y les dijeron que habían conseguido un ventilador para que respirara. Luego les dijeron que lo iba a revisar un neurólogo, porque decía el traumatólogo que no tenía nada de huesos rotos, que no lo iban a operar y él solito se iba a recuperar pero por la tarde se murió; sus parientes pidieron a la policía que se investigara a los médicos por su negligencia, los doctores se defendieron y dijeron que mejor investigaran a los familiares, porque lo llevaron al hospital con el pico colgando de un fuerte golpe que tenía en la cholla. Cuando le hicieron la autopsia le encontraron un traumatismo en el cráneo, fue del calaverazo que se dio en el suelo cuando se cayó con su sobrino.

 

EL VIOLADOR

Felipe Hernández andaba tras la torta de su novia Carmela, no descansó hasta que lo logró. Pero no contaba con la astucia de Doña María, que conocía los pasos de sus hijas, al verla que le habían crecido las nalgas y vomitaba a cada rato. Le sacó la sopa a madrazos, le contó que su novio Felipe con engaños la había violado y se hizo ojo de hormiga. La señora es de pocas pulgas, le dio de madrazos por babosa y juró buscar al violador hasta debajo de las piedras.

Doña María le dijo a su hija que buscara la forma de abortar, no quería tener un nieto de raza mendiga, que para eso es pero hay que pedirlo. La señora investigó dónde vivía el tal Felipe, se paró por horas enfrente de su casa con riesgo de que le dieran una mordida los perros, vivía en el cerro de cubitos en Pachuca.

Lo siguió de lejos varias ocasiones, sabía de sus movimientos, ella tenía un plan para vengarse del que empanzonó a su hija. Felipe trabaja como chofer de una pipa de gas, sábados y domingos se ponía a chupar con sus amigos en un terreno baldío. A los vecinos de la vecindad les caía de extraño que Doña María practicara el tino al blanco, poniendo botellas en una barda.

Un domingo, la señora con toda calma fue al lugar donde se ponían a chupar, se escondió en donde iban a orinar, junto a unos matorrales. Cuando a Felipe le tocó su turno y estaba desaguando, recibió un piedrazo en el mero centro que lo hizo revolcarse de dolor, se desmayó y tuvieron que llevarlo al hospital.

La señora estaba contenta porque si no se lo mochaban, al menos le cortaban un pedazo. Su hija abortó, todo en paz. Les hizo una advertencia a sus hijas, que si andaba con alguien y no le avisaban, les iba a poner un candado.

 

ATACARON A UN TRABAJADOR

Leónides Hernández Pérez de 31 años de edad, fue atacado por un hombre cuando se dirigía a trabajar, esperaba su transporte colectivo en la colonia Ciudad de los Niños, pasó por ahí un tipo y le dijo “No te hagas güey”, le enseñó una navaja que se echó para atrás espantado, le ordenó que le entregara todo lo de valor, le contestó que no tenía nada.

Le dio un aventón y lo puso contra la pared, le picó con el cuchillo por el ombligo y con la otra mano le sacó su cartera, le dijo que se siguiera por el Boulevard Colosio, el demándate dio la vuelta y cuando volteó ya no estaba el ladrón, vio que llegaba uno de sus compañeros de trabajo y le contó lo que le había pasado, llamaron a la policía que estaba estacionada a una esquina.

Le dijeron que eran trabajadores, a uno de ellos lo habían asaltado, los policías fueron tras el ladrón, también apoyados por los Tecolotes de Mineral de la Reforma, pero como no encontraron a nadie fueron a poner su demanda al Ministerio Público, le contó Leónides que es su cartera llevaba mas de 350 pesos y sus credenciales.

Le pidió a las autoridades que le echen ganas, que lo más pronto posible agarren al asaltante y también pide que pongan lámparas porque a las 6 de la mañana está muy oscuro y los pillos acupan esas horas para asaltar. Como él vive por ese rumbo le han contado que se ha soltado una banda de delincuentes, el que lo asaltó era un hombre alto, vestido de negro y no le dio tiempo de nada.

                                                                                                                                                              

NOTAS CHIRRIS

 

ACUSAN A UNA PAREJA DE ROBO

Ellos dijeron que no es cierto, que la persona que los acusa está loca, sin embargo José Luís González García acudió al Ministerio Público de Seguridad Estatal para poner su denuncia por fraude, amenazas, mentadas de madre y robo, en contra de Myrna Flores Sánchez y su viejo ratón, Alfredo Ramírez Ramírez. Los violentos hechos ocurrieron en un establecimiento en la calle de Francisco Hermosillo numero 106, en la colonia Doctores, se llevaron un buen botín, cuando les cayeron se hicieron los chistosos y le cantaron a la policía el “Yo no fui”.

gatoseco98@yahoo.com.mx

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