Home Nuestra Palabra Carlos Barra Moulaín Volkswagen: ¿nuevo genocidio Nazi?

Volkswagen: ¿nuevo genocidio Nazi?

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HOMO POLITICUS

 

Los campos de concentración Nazi, humillaron a la humanidad, mostraron la crueldad y maldad al amparo de una ideologización absurda fundada en un mito racial que generó una xenofobia sin precedentes; entonces Alemania cobró una infausta notoriedad, que después habría de “trocar”, presentándose como un país que se había renovado moralmente y que se convertía en una tierra de tolerancia social y respeto al mundo, ja, ja, ja, ja, ja, ja

Tanto que nos cacarea Alemania de su probidad como Estado, de su compromiso con el mundo y se presenta como un país “verde”, mientras subrepticiamente asesta mazazo tras mazazo. Entendamos, es miserable que las grandes potencias hablen de respeto al medio ambiente, recordemos que Estados Unidos hace años se negó a firmar el protocolo de Kioto el cual exigía disminuir la emisión de partículas contaminantes de la industria a los países firmantes, evidentemente, el gobierno gringo se negó en aquella época a firmar porque disminuían las ganancias de los empresarios de esa latitud.

Después ocurrió un halo de racionalidad, el paradigma liberal impuesto por las grandes potencias generó una advertencia que todos sabemos, los recursos de los países ratones como los de América Latina y África, no son inagotables, por lo que el mundo del gran capital estaba en riesgo y ello generó un discurso de sustentabilidad que marca que los países ratones hagan lo posible por resguardar sus recursos con “ayuda” de los monstruos internacionales.

La tesis de la sustentabilidad ha cobrado fuerza a partir el peligro en que se encuentran los recursos naturales de una gran parte de países del orbe, en los hechos en su comparecencia en la ONU, el Presidente Correa de Ecuador, advirtió de la depredación de compañías de países industrializados en la amazonia, cuestión que no es nueva, pero que radicalmente ha ido incrementándose hasta generar cáncer a este pulmón de nuestra madre tierra.

En este escenario, no puede extrañarnos que la empresa alemana Volkswagen haya cometido fraude en sus vehículos para pasar las pruebas de verificación de contaminantes y hacer pasar a sus vehículos dentro de las normas internacionales, esto es una verdadera mierda, pero lo peor es que en los hechos no implicará un cambio sustantivo en esta empresa alemana.

Lo que sabemos a ciencia cierta, es que incontables empresas de países industrializados contaminan el planeta a diestra y siniestra, se pasan por el culo las recomendaciones y legislaciones nacionales e internacionales y corrompen ampliamente a los mercenarios de los gobiernos que por migajas dejas que estos miserables del mercado contaminen el ambiente.

Como todo vale madre, Volkswagen habrá de salir inmaculada de este aparente problema, para seguir ensuciando al planeta en contubernio con los gobiernos que se “gratifican de sus inversiones”, al igual que con el fin de la segunda guerra mundial, se dirá que muerto el perro se acabó la hidrofobia, pero en los hechos ni desapareció el nazismo y tampoco Volkswagen dejará de ensuciar al planeta.