Posición de la República Islámica
- Teherán no quiere dejar caer a Asad con el fin de la guerra. Cree que su derrocamiento abonaría el terreno para la expansión del terrorismo integrista
Damasco fue el único país que apoyó sin reservas a Irán durante la cruenta guerra con Irak (1980-1988). Desde entonces, y por razones geoestratégicas, Irán es un fiel aliado de Siria.
Teherán.- Irán dio la bienvenida ayer a la acción militar aérea que está llevando a cabo Rusia sobre Siria. Irán, aliado incondicional del gobierno sirio, combate desde hace meses con fuerzas terrestres y apoyo logístico el terrorismo yihadista en Irak y Siria. Teherán aboga por impulsar una cumbre internacional para poner fin a la guerra en el país árabe con el presidente Bashar Asad sentado en la mesa de negociaciones.
Así, la portavoz del ministerio de Exteriores iraní, Marziyeh Afkham, señaló que es necesario llevar a cabo una “lucha genuina contra el terrorismo”, al representar una “amenaza contra la paz y la seguridad regional y global”. Agregó que para realizar esta lucha hay que demostrar “voluntad y determinación” y desarrollar una “acción conjunta basada en la cooperación con los gobiernos de Irak y Siria”.
Tras la petición expresa de ayuda militar de Bashar Asad a Rusia, la República Islámica considera que la respuesta de Moscú a la demanda de Damasco “sitúa el devenir de la guerra un paso más cerca del final”, ha precisado la portavoz.
El propio ministro de Exteriores, Mohamed Javad Zarif, también aseguró que la intervención rusa y “cualquier intento de terminar con el Estado Islámico son importantes porque movilizarán a la opinión pública hacia una solución política de la guerra”.