Galán higadesco

• Nacido en la Ciudad de México el 25 de septiembre de 1917, trabaja como archivista… 

Gracias a esta pandemia, nos recetamos un curso intensivo con los filmes de Abel Salazar. Realmente no nos explicábamos como un galán tan sangrón y con limitadas dotes histriónicas tuviera una carrera tan abundante más de 70 filmes. Investigando un poco lo descubrimos: él era el productor de la mayor parte de sus cintas.

Nacido en la Ciudad de México el 25 de septiembre de 1917, trabaja como archivista y estudia Comercio antes de debutar en el cine en 1941 en “La casa del rencor”, de Gilberto Martínez Solares.

Lo vimos como el hosco ingeniero Alvaro Alvarez sorprenderse en “Me ha besado un hombre”, que no era tal, sino una jovencísima María Elena Márquez en esta comedia de Julián Soler de 1944.

Cuatro años después era José, un taxista rengo que mantenía las clases de piano de su hermanita Juanita (Silvia Pinal) y que quería apartar del baile a su novia Laura (Meche Barba) en “El pecado de Laura”, del mismo Julián Soler.

En “Canasta uruguaya” de René Cardona de 1951, es el rico Pablo, quien se hace pasar como chofer, para engañar a Martita (Alma Rosa Aguirre), la hija del hombre que le ha ganado su casa y su fortuna en apuestas. 

“Necesito un marido” de José Díaz Morales, Abel personifica a Ernesto Vidal, un vivales que acepta hacerse pasar como el esposo de Julieta (María Antonieta Pons), para engañar a su familia.

A fines de los 50 incursiona en el cine de horror, más acorde a su capacidad histriónica logrando clásicos como “El vampiro”, “El barón del terror” y “La cabeza viviente”.

Finalmente en 1967 se pone del otro lado de la cámara y debuta como director con “Los adolescentes”, primero de sus 12 filmes como realizador, antes de que lo sorprenda la muerte en Cuernavaca el 21 de octubre de 1995.