Una historia próxima a su fin
Una y mil veces se ha insistido que la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y su presupuesto anual que recibe del gobierno federal y el estatal no está en duda; que si desde 2007 la Auditoría Superior de la Federación realiza inspecciones meticulosas al manejo de sus recursos y sale reluciente, esto continuará porque el problema no radica ahí sino en las Empresas Universitarias que maneja el Patronato, y de las que no hay rendición de cuenta alguna desde que fueron creadas.
Los hechos se complican cuando se observa que en la propuesta de Reglamento del Patronato Universitario del año pasado al H. Consejo de la UAEH, se nulifica prácticamente cualquier capacidad de decisión de la Rectoría, disminuida a una figura decorativa, para entregar todo el poder y manejo de recursos económicos justamente a ese organismo creado ex profeso para que el ex rector asumiera de manera legal y pública el mando absoluto de bienes muebles, inmuebles, recursos económicos y todo lo que tenga que ver en el pasado, presente y futuro de nuestra Máxima Casa de Estudios.
Es así que en este nuevo capítulo de la dichosa “Cuenta Suiza de Segundo Piso”, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, que dirige Santiago Nieto, precisó por vez primera que la investigación detectó actividades irregulares no de la UAEH, sino del Patronato Universitario y su presidente, a la par líder del grupo político conocido como Universidad; aunque el gobierno autocrático que ejerce en la institución educativa lleva a pensarlo.
Mandar de este modo al rector Pontigo a exigir la destitución inmediata de Nieto y acción penal en su contra por supuestamente incurrir en desacato a la decisión tomada por un Tribunal Colegiado, y no descongelar las cuentas del Patronato con 151 millones de dólares, describe puntualmente la frase parafraseada en torno a Plutarco Elías Calles, “aquí despacha el rector… pero el que manda es el de Ceuni”.
Y sí, efectivamente la situación tendrá que definirse a partir de que el asunto quede esclarecido totalmente. A partir de que las 20 y tantas Empresas Universitarias, según sus creadores de las más prósperas en el país y el mundo, rindan cuentas de sus ingresos y egresos. A partir de que los jubilados, presentes, pasados y futuros de la UAEH reciban la buena noticia de que con toda seguridad recibirán pagos mensuales que serán ejemplo en todo el Continente, porque el ahorro por más de tres mil millones de pesos que se logró con su cooperación ha rendido frutos más que positivos.
Si esto se logra, sin duda estaremos ante uno de los mejores ejemplos de visión financiera en toda la historia de la educación en México, y es evidente que debe lograrse porque lo contrario puede llevar a desenlaces más que complicados no para la UAEH en su conjunto, sino para el grupo de poder que dirige sus destinos desde hace más de 30 años.
Pero también está claro que en estos tiempos que nos ha tocado vivir, es evidente que todo puede pasar y que de buenas a primeras nos enteremos que finalmente las cuentas, todas en su conjunto, han sido descongeladas y el Proyecto político del Grupo Universidad se encamina a postular como candidato a gobernador a su líder, con muchas posibilidades de que finalmente alcance su sueño tan anhelado.
Sin embargo hoy como nunca es preciso que de una vez por todas se entienda que con todo y el panorama tan lleno de bruma en que no se puede distinguir uno de otro: una cosa es la UAEH, sus maestros, investigadores, trabajadores, por supuesto alumnos, y otra muy diferente el grupo de poder que con todo y los avances que logró en el terreno de infraestructura, hoy mismo ha borrado todo límite entre una Rectoría que debiera manejarse con sus propios principios, y el grupo que toma en la realidad todas las decisiones.
Esperemos que esta historia llegue a su fin porque simple y sencillamente ya no da para más.
Mil gracias, hasta el próximo lunes.
(Por favor, quédese en casa. Falta poco)
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@JavierEPeralta
