inaugura la mayor mezquita de Europa
- Putin, un confeso creyente cristiano ortodoxo, citó el Corán, calificó al islam como “una gran religión mundial” y alabó a los líderes musulmanes rusos
Tanto Putin como el Gran Muftí de Rusia, Ravil Gainutdín, llamaron a la unidad y la fraternidad entre los distintos pueblos y confesiones de un país de mayoría cristiana ortodoxa donde viven más de 23 millones de musulmanes, en su mayoría en el Cáucaso Norte.
El presidente ruso, Vladímir Putin, tendió ayer una mano al islam moderado al inaugurar en Moscú la mayor mezquita de Europa en presencia del líder turco, Recep Tayyip Erdogan. Putin, un confeso creyente cristiano ortodoxo, citó el Corán, calificó al islam como “una gran religión mundial” y alabó a los líderes musulmanes rusos por combatir el integrismo y el yihadismo, durante la ceremonia de apertura de la Gran Mezquita de Moscú, que dará cabida a más de 10.000 fieles.
La apertura de la mezquita, que tuvo lugar en víspera de la Fiesta del Sacrificio (Eid al Adha o Kurban Bayram), es una jornada “histórica” para el millón y medio de musulmanes que residen o trabajan en Moscú, la capital europea con más musulmanes tras París.
El templo fue levantado sobre los restos de una antigua mezquita construida en 1904, que nunca cerró sus puertas, ni siquiera en tiempos más oscurantistas de la persecución estalinista a religiosos, y que ya se encontraba ruinosa.
Durante años los musulmanes han tenido que realizar sus plegarias en plena calzada, lo que obligaba a las autoridades a cerrar calles enteras y a desplegar a centenares de policías, ante el temor a los atentados terroristas.
“La necesitábamos, ya que en Moscú hay muchos musulmanes y, en cambio, mezquitas hay muy pocas”, dijo Gainutdín, no en vano la capital rusa alberga cuatro mezquitas y varios centenares de iglesias.
La Gran Mezquita de Moscú, construida con granito blanco y verde de Canadá y mármol de Turquía, tiene más de 18.000 metros cuadrados de superficie y una altura comparable a la de un edificio de seis plantas.