El triple campeón mundial de Fórmula Uno aún es añorado en un Brasil que hoy batalla contra el avance del nuevo coronavirus, que deja ya en el país casi 6.000 muertes
Carlos Meneses Sánchez
No hay cuarentena, ni pandemia que haga olvidar el recuerdo de Ayrton Senna en Brasil, donde algunos de sus aficionados se acercaron este viernes al cementerio de Sao Paulo donde reposan los restos del piloto en el 26 aniversario de su trágico fallecimiento sobre el trazado de Ímola.
El triple campeón mundial de Fórmula Uno aún es añorado en un Brasil que hoy batalla contra el avance del nuevo coronavirus, que deja ya en el país casi 6.000 muertes y más de 85.000 casos confirmados.
El 1 de mayo de todos los años acostumbra a reunir a decenas de simpatizantes en el cementerio de Morumbí, pero ni la mayor pandemia global del último siglo ha roto con la tradición.
En este atípico y extraño 2020 han sido menos por causa de las medidas de aislamiento social adoptadas en Sao Paulo, así como en los otros 26 estados del país, aunque el sentimiento es el mismo: una profunda admiración que traspasa generaciones.
“Es un ejemplo de lucha, de garra, de determinación y no podíamos dejar de venir hoy aquí para prestar algún tipo de homenaje, recordarle y que no caiga en el olvido”, dijo a Efe Andrei Comerlato, que ni siquiera había nacido cuando falleció Senna.
Es en la parte más alta de una colina del cementerio de Morumbi donde descansa el cuerpo del legendario piloto, bajo una placa de bronce con el epitafio: “Nada puede separarme del amor de Dios”.