Mientras los Gobiernos de América Latina guardaron silencio al conocerse la sentencia, EU no tardó en salir al paso de la decisión. El Departamento de Estado aseguró estar “preocupado” por la condena al líder opositor.
Caracas.- Leopoldo López, uno de los principales opositores de Venezuela, encarcelado desde febrero de 2014, fue condenado a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de cárcel, que cumplirá en una prisión militar. La juez Susana Barreiros lo considera culpable de participar e instigar las manifestaciones de 2014, que provocaron la muerte de 43 personas y cientos de heridos.
Al poco de conocerse la sentencia, López pidió a su mujer, Lilian Tintori, que trasladase un mensaje a todos sus seguidores: “Mantengan la calma”, rogó Tintori a los poco más de 200 simpatizantes de Voluntad Popular reunidos en la plaza Bolívar del municipio de Chacao, del que era alcalde López. Los seguidores de la formación que lidera el político preso, y por extensión todos los opositores al Gobierno venezolano.
Durante la vista final de un juicio que se prolongó durante más de año y medio, López, que acudió a la última sesión vestido de traje y corbata, como hiciese solo la semana pasada, cuando se esperaba la sentencia por primera vez, trató de desmontar la tesis de la Fiscalía. El líder de Voluntad Popular aprovechó las tres horas de las que disponía para responder los argumentos del Ministerio Público, que le acusaba de instigación pública, asociación para delinquir y determinación en daño e incendio.
Según testigos de la audiencia, al que no se permitió el acceso a periodistas, el momento más emotivo de la intervención de López llegó al final, cuando le dijo a la juez lo que haría tras conocer la sentencia. Varios testimonios coinciden en que lo que le dijo fue una suerte de: “Si me deja libre, iré al cumpleaños de mi hija Manuela, me casaré de nuevo con mi esposa y saldré a recorrer Venezuela; si me condena, saldré con la cabeza bien alta. Va a tener usted más miedo de escribir esa sentencia que yo de recibirla”. (Agencias)