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UN INFIERNO BONITO

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EL LADRÓN ESTABA DURMIENDO

Esta es la triste historia de Juan Santiago Macario López, quien vino a la capital a buscar fortuna. Nació bajo de una higuera, trabajaba como burro, de sol a sol, en su pueblo de Lolotla. En una ocasión escuchó decir que Pachuca es tierra de trabajo, no lo pensó más, se trajo a su vieja a buscar fortuna.

 

Pero el león no es como lo pintan. No encontraba trabajo, le anduvo buscando hasta que encontró su perfil en el municipio, de barrendero por las calles, empujando su carrito. Había veces que le ayudaba su vieja, y cayó como paracaidista en el Cerro de Cubitos.

Poco a poco, después de dormir en el suelo como cualquier animal, con blocs, piedras y unas láminas hicieron una casita; poco a poco la fueron arreglando, ampliándola, y se ve hasta la punta del cerro, que dijo que la iba a pintar de varios colores para que dijeran que es una mural. Iba a invitar al presidente municipal a que la inaugurara, para que le ayudara con el drenaje, que lo tenía a flor de tierra.

No tenían baño y hacían sus necesidades de aguilita. Pasaron los años y la fue agrandando hasta que quedó de lujo. A su vieja la puso de acuerdo a la modernidad, le tiró sus guaraches y le compró zapatos de tacón, lo mismo le quemó sus naguas, y comenzó a usar falda corta para que enseñara sus chamorros, bolsa de mano y un celular.

Pero la gata le salió respondona, cada que llegaba a su casa le decía que se limpiara las patas antes de entrar, porque le metía lodo. A Juan le caía como mentada de madre porque estaba insoportable. Su vieja por cualquier cosa respingaba y lo cajeteaba; para evitar que le rajara la madre, la mandó de vacaciones a visitar a su mamá, en Lolotla.

Como es barrendero, entra a trabajar a las 6 de la mañana, deja su casa cerrada como la puerta negra, se va preocupado porque se han soltado muchos ratones.

Tenía un perro negro, muy bravo, y alguno de los vecinos le dio hierba. Saliendo de su trabajo cuando llegaba a su casa, la revisaba que todo estuviera en su lugar, pues tenía miedo de que le robaran su tele, el estereo y otras cositas que ha comprado con mucho esfuerzo.

Como está solo se avienta sus tragos de chínguere que le manda su compadre de Huejutla, para que no extrañe a su vieja, porque con estos fríos no tiene quién le caliente los huesos. Estaba trabajando, le toca barrer toda la calle de Guerrero, desde la escuela Justo Sierra hasta la Plaza Juárez, y todos los comerciantes son muy cochinos, barrean su espacio pero la basura la echan a la calle y él tiene que juntarla.

Como al mediodía tuvo un presentimiento, dejó encargado su carrito de basura, y subió a su casa. Cuando llegó el aparato estaba a todo volumen, pensó que su vieja ya había llegado, pero en la puerta había un costal, lo abrió y adentro estaba su televisor, licuadora, la ropa de todos, sus vestidos de su vieja y hasta sus calzones.

Se imaginó lo peor, pensó que su mujer le quería dar madruguete y lo iba abandonar para siempre.

Entro al cuartó con los puños cerrados, listo para tirar el madrazo, llevándose una gran sorpresa al encontrar a un hombre durmiendo en su cama. Lo movió y no despertó, estaba borracho.

Llamó al 066, llegaron los policías, lo sacaron de palomita, los acompañó a poner su queja. Dijo que de milagro no se robó nada, sino su vieja lo hubiera corrido de la casa. Lo que le valió es que el chínguere que le manda su compadre es del mero bueno, con unos tragos se emborracha de volada, y eso le paso al ladrón.

 

LO RELLENARON DE PLOMO

Como dijo el Monje Loco: “Nadie sabe, nadie supo”. Todo es un misterio que va a volver locos a los policías e investigadores. Con más de 20 balazos se lo echaron al plato a Francisco Javier Paredes Varela, de 27 años. Dicen que fue una ráfaga de plomo, se agachó y cuatro le tocaron en la cholla. Lo que les voy a contar sucedió a unos metros del Cebetis de Actopan.

También comentaron que hay una persona que está luchando a calzón quitado con la calaca, para que no se lo lleve. Dice nuestro corresponsal que estuvo presente, que si no se agacha a tiempo se lo friegan. Nos informó que fue a la salida del turno vespertino, que ocasionaron un terrible pánico a los estudiantes, que les ganó en los calzones.

De acuerdo con la información de la policía, que coincide con nuestra fuente de información, que alrededor de las 8 y media de la noche se escucharon detonaciones de arma de fuego en la colonia Rojo Gómez, sobre la calle de Chapultepec. Las patrullas llegaron cargadas de la gendarmería del municipio. A su llegada vieron decenas de estudiantes que corrían como locos, para ponerse a salvo, no les fuera tocar un plomazo.

Así como los padres de familia salieron a buscar a sus hijos al plantel, y llegaron para cubrir a sus vástagos. Poco después se acabaron los balazos, y en el sitio quedó una camioneta Ford Explorer blanca, placas de circulación HNK-6210, que a simple vista mostraba los agujeros.

Adentro quedó un cuerpo inerte de un hombre. Dicen que la lluvia de balas estuvo de la patada; también se habló de una segunda víctima, lesionada que llevaron al Hospital de Actopan. Su nombre no se puede decir por motivos de seguridad.

Les podemos decir que fueron rellenados de plomo por unos sujetos a quienes ya les andan pisando los talones.

 

LAS VECINAS SON MUY BRAVAS

Amelia Cruz Burgos, de 52 años, está muy temerosa, y no quiere salir de su casa porque sus vecinas Salustia Escobar Pérez y Blanca Lilia Hernández no la tragan. Al verlas corrió, pero la alcanzaron y le dieron una madriza, que con trabajos se pudo parar. Le dijeron que no se ande poniendo con Sansón a las patadas, porque para la otra la mandan al valle de las calacas.

Explicó que tiene problemas desde hace mucho tiempo con las viejas peleoneras porque no les cae bien. Esperaba la colectiva en pleno centro de la ciudad, cuando Blanca le aventó cremas y la otra con la mano le mentó la madre. Ella les gritó que botellita de vinagre.

Al llegar a la colonia donde vive, en Haciendas de San Francisco, ya la estaban esperando. Una de ellas la insultó y le dijo de peladeces, la rasguñó que parece que se aventó una madriza con un gato. La otra le tiró un campanazo que si no se agacha, le pasa lo que al perico. Le advirtieron que para que no se vista zancona, la van arrastrar de cola, jalándola de las patas en toda la colonia, y que a sus hijas también les va a pasar lo mismo, y que a su viejo el ceguetas le van a dar un aventón para que se desmadre.

Amelia se echó a correr a su casa, la siguieron diciéndole de cosas, le mentaron la madre y estuvieron dándole de patadas a su puerta. Desesperada llamó al 066, cuando vieron llegar a la policía se metieron a sus casas, y de ahí no las sacaron. Lo único que quiere es que no se metan con ella, que por Dios que no les ha hecho nada.

En su declaración dijo que le tienen envidia porque ella a pesar de que es una cincuentona usa minifalda, y ellas no salen de un pantalón porque tienen pierna de palo de escoba y patas de payaso.

 

UN MISTERIOSO VUELCO

Con un chorro de lesiones en todo el cuerpo, fue sacado de su automóvil, volcado y estampado contra un árbol. Según dijeron los que lo sacaron, que andaba mucho muy borracho. El accidente fue en la madrugada, pero de manera increíble, no fue registrado por ninguna corporación policial, a pesar de ocurrir en una zona residencial de Pachuca.

Los testigos dieron a conocer que un automóvil Pontiac Sunfire negro, con placas de circulación 668-MTZ del Distrito Federal, circulaba por el bulevar Nuevo Hidalgo, con dirección al bulevar Centenario de la Revolución, cuando volcó. Esto fue atrás del club de Golf, aproximadamente a las 5 y media de la mañana, confirmaron los testigos.

Los paramédicos que acudieron atender a la víctima comentaron que por su estado de inconsciencia y los golpes que sufrió, no pudo conocerse su identidad; sin embargo, se dijo que se lo llevaron los de la Cruz Roja Sur para darle atención. Las fuentes consultadas, en la policía y tránsito municipal de la Bella Airosa y en la estatal, dijeron que no tienen el registro del automóvil, que quedó deshecho en el frente al dar varias volteretas, hasta que un árbol lo detuvo.

gatoseco98@yahoo.com.mx