- Los caminos de la vida, no son lo que usted pensaba…
y tampoco de la democracia
El patético escenario que han montado perredistas y panistas en el estado, al que debe sumarse la toma por asalto de la dirigencia de Morena, hacen prever unas elecciones sin complicaciones para el Revolucionario Institucional el mes de junio, pero también un preocupante retroceso en la construcción de una democracia que da un paso adelante y tres para atrás.
Ante estas circunstancias tendrán que ser los propios partidos políticos, lo perdedores, no los ganadores, quienes realicen un autoanálisis sincero y honesto para poner fin a un cúmulo de conflictos internos que les ha impedido crecer y ser una oposición real y no negociada por vocación de sus dirigentes carentes de todo vestigio ideológico.
Deberán ser los perdedores los que realicen esta reflexión, porque quien gana simplemente comprueba que sus estrategias le funcionan en la búsqueda del poder, de tal modo que poco o nada está obligado a la preocupación de lo que no le afecta.
Y sin embargo también debe buscar los mecanismos que hagan posible la real participación de las ciudadanía en las elecciones. Participación que desde estos momentos se anticipa será raquítica como en pocas ocasiones.
Salvo la posibilidad de que resurjan figuras como Xóchitl Gálvez, que con todo y lo que se diga tiene la fórmula para movilizar a los posibles votantes, no siempre a su favor, la tendencia es a que los comicios para elegir nuevos diputados federales transcurran en la santa paz de los sepulcros.
Esto no beneficia a nadie, lo sabemos, porque hace imposible un ejercicio pleno del poder político, ante una ciudadanía que de un modo u otro manifiesta su hartazgo por cada proceso, y ha visto que con o sin asistir a las urnas, los hechos constantes hablan de una historia que se ha repetido hasta el hastío.
La oposición en Hidalgo no ha crecido, y por una simple deducción es posible descubrir que ante partidos cada día más enanos, el partido en el poder tiende a fomentar su propia fantasía de que todo está bien, y quien dicen lo contrario es enemigo no de ellos, sino del pueblo hidalguense en su conjunto.
Hechos concretos como la postulación de aspirantes a legisladores federales sin trayectoria, pero sobre todo sin la más mínima posibilidad de ganar, reflejan la crisis profunda que viven PAN, PRD y Morena, y poco hay que agregar de franquicias rentadas al mejor postor como el PT.
Victorias aplastantes afianzan en el poder a un priísmo que ha sabido mantener en buen estado la maquinaria que pone en marcha cada período electoral, pero también pueden convertirse, a la postre, en una complacencia al confundir a una oposición enclenque, con una ciudadanía que cada vez se pregunta con más insistencia si el camino político es la única opción para modificar el estado de las cosas.
Mil gracias, hasta mañana.
twitter: @JavierEPeralta