ALFIL NEGRO

Y EL PAPA TENÍA RAZÓN

Por: Adalberto Peralta

En los últimos días de marzo, el Papa Francisco dio la bendición “a la Ciudad y al mundo”, “urbi et orbi”, en una plaza de San Pedro vacía y sin embargo llena de la esperanza de muchos millones de creyentes en la fuerza espiritual, que hace falta,  y escuchamos el mensaje del Sumo Pontífice, que se centró en la urgencia de aceptar  que en la tormenta  hace falta fe y entender que vamos todos  en la misma barca y que sólo superaremos el peligro si todos remamos en el mismo sentido, porque solo, nadie podrá superar el momento.

Fue un llamado a la solidaridad, a entender que es el momento para sumar, no para restar con actitudes arrogantes.

Es un mensaje para todos, un llamado a la solidaridad y al sentido de unión en que todos deben aportar por lo menos su buena voluntad y en otros casos, la decisión, si se tiene el poder, de hacer de la unidad la clave de la solución.

Es absurdo en este sentido mantener actitudes de ambiciones políticas o de poder, o de cerrazón al apoyo de grupos o personas porque no piensen como uno.

No parece razonable, no incorporar a la solución a quienes pueden ayudar, porque no tienen la misma ideología de poder, pero pueden apoyar.

No parece justo para todos, asumir una actitud de confrontación, sólo para lastimar a quien se cataloga como enemigo, pero que ofrece respuestas, porque es su obligación hacerlo y lo hace bien.

En nuestro país, la pandemia se enfrenta desde lo más alto  del poder, con decisiones que no admitían ni sugerencias ni propuestas que no fueran de quien manda.

Y el país se fue dividiendo  en esta absurda confrontación, en que unos eran corruptos y los otros blancos como la nieve y alentada esta división por voceros  radicales, que hacen de las redes sociales, verdaderos campos de batalla en que todos pierden.

Afortunadamente hay signos de que cambia el panorama, con anuncios como el apoyo de hospitales privados para enfrentar la pandemia.

Es un hecho que dice a gritos, que el gobierno con su sistema de salud poco organizado y preparado para hacer frente al Covid 19, tiene necesidad de todos, aunque sean instituciones fifí o conservadoras y que las suma para poder ofrecer a la población respuestas buenas es el camino correcto.

Falta mucho para poder hablar de una política que suma y no divide, pero hay signos de que la realidad es más fuerte que la cerrazón .

No es la hora de un partido ni de una apuesta política . Es la hora de México, en que todos debemos poner lo que nos toca y podemos, para saltar este muro.

En esta circunstancia no hay ni  fifïs, ni chairos, ni conservadores, ni caudillos iluminados.

En esta hora, todos somos mexicanos y como dijo el Papa Francisco: en la misma barca, con la misma tormenta que urge a  que todos remar en un solo sentido en unidad y solidaridad.

El Papa tenía razón .

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