MATARON A SU GUAJOLOTE

Nicolás Hernández Vázquez fue golpeado por la señora Lucila López Jaramillo, que lo dejó colgando el pico, se armó un desmadre a la una de la mañana, que espantaron a los perros y vecinos del Callejón del Minero número 113.

La ambulancia de la Cruz Roja lo trasladó y fue internado en el Hospital General de Pachuca,  los agentes de la Coordinación de Investigación fueron  por la mujer, la pusieron ante el MP; declaró que efectivamente lo golpeó porque ella compró un guajolote, semanas antes del 31 de agosto, porque es su santo de su jefa y le iba hacer un mole, estaban durmiendo cuando escucharon mentadas de madre, salió con sus hijos a ver qué era lo que pasaba, encontraron a Nicolás dándole de patadas al guajolote, que le reventó el buche y le apachurró la cabeza.

La señora le puso un madrazo, lo mandó de nalgas, no lo dejó parar, y se cobró con la Ley del Talión, con lo que le hizo a su cono que sin ningún motivo, lo había matado, le costó 200 pesos en el mercado; comentó que conoce bien a Nicolás porque viven en la misma vecindad, trabaja en la Hacienda de Loreto, le dicen “El Cotorro” por eso le extrañó que le diera en la madre a su guajolote.  

Como el madreado no pudo declarar, tenía el hocico como de puerco por los madrazos que le dio, la señora quedó detenida hasta que pudieran tomar su declaración; al hablar no se le entendía lo que decía. Eso sucedió el domingo 30 del mes pasado.

Llegó el representante social a tomarle su declaración a Nicolás, quien dijo que trabaja en la Hacienda de Loreto, en el turno de noche, mientras cenaban, sus compañeros le platicaron que por donde vivía hay muchas brujas de las que se chupan a los niños y que se convierten en guajolotes.  

Llegó a la vecindad y de momento vio afuera de la casa de doña Lucila un guajolote, como sabe que la señora no tiene animales, le dio miedo y antes de que se convirtiera en bola de fuego, se le adelantó y lo mató a patadas; en eso estaba cuando salió la señora y le puso un madrazo en el hocico, que lo tumbo, y luego le dio de patadas; sus hijos le echaron montón, antes de que perdiera el sentido, le dijo que se lo tenía que pagar en 200 pesos.

Le dijo que no se pasara, si no era pavo, además, él la libró que la bruja se chupara a su nietecito, y lo siguió golpeando. Nicolás dijo que la señora era mal agradecida, por eso pide que le apliquen todo el rigor de la ley y le pague sus curaciones.

PADRES DE FAMILIA CIERRAN UNA ESCUELA

Están que se los lleva el tren, por los malos manejos de las cuotas escolares, todos estuvieron de acuerdo y acusan a la directora de la Telesecundaria 270, y pidieron la intervención de las autoridades de la Secretaría de Educación Publica.

Pero vamos a ver lo que pasa. Sabemos que se jactan en decir que la educación es gratis, y terminan cobrando la inscripción en todos los municipios, incluyendo a Pachuca, varios niños se quedaron sin escuela por no tener para pagar la cuota, en cada familia tienen de 4  hijos en escuelas primarias, no les alcanzó el dinero para todos, algunos apuntaron dos que tres.

Pero vamos al grano para que estén enterados de lo que pasó en la mencionada escuela que se encuentra en Tulancingo. Un grupo de padres de familia cerraron la escuela impidiendo que entrara la directora y sus alcahuetes maestros. Les pidieron una auditoría para saber en qué invierten las cuotas escolares.

De momento se calentaron los ánimos, los papás colocaron un candado en el zaguán de la escuela, con el propósito de que no entrara ningún chango platanero;, llamaron a las autoridades educativas para que los escucharan y se dieran cuenta cómo trabajan los maestros.

Dijo una señora, que era de las cabecillas de la sedición y ruido popular, que no mamen, que se ve la ambición de los maestros; el año anterior la cuota de inscripción fue de 650 pesos y ahora dijeron que aumentó, la subieron a 800 pesos por niño, y que le echaran lápiz para saber si estaba en lo justo. Si van dos hermanos deben pagar mil 250, y si son tres, 3 mil 500 pesos haciéndoles una rebaja.

Dijeron que eso no se vale, el aumento lo hizo, por sus calzones, la directora Rosalía Márquez Mercado, y les dijo que el aumento es el pago de un intendente para que la escuela esté como el Maestro Limpio, le dijeron en su cara que es una mentirosa, porque ponen a los alumnos a que ellos hagan la limpieza.

Otras madres de familia dijeron que no les entregan un recibo foliado cuando ellos pagan las cuotas, y que hay gato encerado; algunas se quejaron de que la directora corrió a la maestra Laura porque le cae muy mal, y estaba al frente del grupo de tercero “A”; hubo otro momento que se calentaron todos, hablaban al mismo tiempo, que no se les entendía ni madres.

Un señor levantó la mano y dijo: “Lo que queremos es una auditoría” y por eso cerraron la escuela. Dos alumnos metiendo su cuchara, dijeron que los padres de familia no tienen derecho a cerrar la escuela, ellos quieren estudiar. “No nos interesa lo que piden las señoras, y venimos para impedirlo”.

Ante la mirada de los revoltosos, los chamacos sacaron una segueta, comenzaron a cortar el candado, hasta que lo lograron y abrieron las puertas; la gente les dio pamba loca y los mandaron su casa, a que jugaran como los gatos chiquitos con la cola de su madre. Comenzaros los jalones, algunas mentadas de madre contra los profesores, que mejor tocaron retirada antes de que los madrearan.

De momento les cayó el chahuistle, llegaron los uniformados para evitar manifestaciones; uno de los comandantes se paró en la puerta que ya estaba abierta, y moviendo las manos, les dijo como “Clavillazo”: “La cosa es calmada”; eso hizo que la directora Rosalía Márquez diera un paso al frente y les explicó:

“Todas las acusaciones que están haciendo son infundadas, la mesa directiva y yo entregamos la documentación correspondiente de los gastos y servicios regionales, y en mayo entregué todas las cuentas y en qué se había gastado la lana”. Explicó que un intendente de la escuela está muy enfermo, se queja de que le anda fallando el mofle, y por eso lo incapacitaron, y contrataron a otro que se tiene que aventar 11 salones, por eso subieron la cuota.

Dijo la maestra que responsabilizaba a los padres de familia porque cerraban las puertas de la escuela y a fin de curso iba haber muchos reprobados. Les dijo que puso a la maestra Laura de patitas en la calle porque no le gustaba el trabajo de maestra, era muy platicadora y se llevaba con todos, no se encontraba en el salón, cada rato se salía para hablar por celular; además era muy alburera con todos los alumnos.

La directora siguió hablando como un  diputado, diciendo cosas a su favor, que algunos se aburrieron y se fueron; solo se quedaron unas 10 gentes que dijeron que ya entraran los maestros, pero no lo hicieron y se regresaron con el pretexto de que a lo mejor llegaban los demás y los sacaban a madrazos.

UN VIEJO GOLPEÓ A SUS HIJOS

Margarita Pérez se encontraba haciendo cola en la lechería Liconsa del municipio de Mineral de la Reforma, para renovar su tarjeta; sus dos hijos se fueron al parque y por ahí pasó un viejo loco, enojón, le cayó gordo que los niños jugaran, y los cajeteó. La señora, enojada, le dijo que no se metiera con sus hijos.

Juan Vázquez Escamilla, de 65 años, se le puso en guardia a Margarita, sonándole un soplamocos por la oreja, un gancho al cuajo, que la dobló. Los niños lloraron  al ver que le estaban pegando a su jefa, varias señoras trataron de ayudarle, pero el señor estaba más bravo que un león, y también les dio de madrazos.

La señora gritó, llegó un policía; al loco le dijo que se calmara, que aquel que golpea a una mujer es un cobarde; le pidió que lo acompañara a la delegación, pero el viejo le mentó la madre; el policía le pegó de macanazos por el lomo, y se lo llevó.

De una casa salió una señora, le dijo al gendarme que si le daba chance de hablar con el detenido, le iba a decir un secreto.  El uniformado le dijo que sí, que no se tardara porque estaba detenido; el viejo entró a su casa, cerraron la puerta y no quiso salir; el gendarme estuvo tocando pero no le abrieron.

Le gritó que era mejor que se entregara porque iba a avisar a los agentes investigadores para que lo sacaran; estuvo tocando, por la azotea le aventaron  una cubeta de agua, que quedó como chilaquil.  El popocha tomó el numero de la vivienda y se llevó a la mujer y a sus chavos ante el MP, para poner la demanda; que ya sabía quién era y en cuanto lo viera, lo iba agarrar y meterlo al bote; cuando llegó a la delegación le preguntaron sus compañeros que adónde le había agarrado el aguacero.

POR POCO Y SE LE SALE EL HIJO

Nereidas Flores Santiago viajaba en un autobús ABC (Estrella Blanca) rumbo a Huejutla, era la ultima corrida; de pronto, la cigüeña le comenzó a dar de picotazos, la mujer tenía más de 8 meses de embarazo, daba unos gritos como si estuviera pariendo chayotes.

Eran las 8 de la noche, a la señora le dieron fuertes dolores, y sintió que se le salía el hijo. Comenzó a gritar despertando a los pasajeros, que no sabían qué hacer. El chofer se orilló y mandó a pedir ayuda a la Cruz Roja; la señora decía: “Apúrense, que me gana”. Poco después la llevaron a Atotonilco el Grande, donde los médicos se tardaron más de una hora en que naciera una niña.

Cuando nació, pesó 3 kilos y medio. Nereidas, alegre como el danzón, agradeció a todos los pasajeros por esperarla; dijo que por un pelito de rana, se le sale en el autobús, que se hubiera muerto porque era un parto complicado. María del Refugio Santiago, la mamá de Nereidas, sonriendo muy contenta, dijo que con ésta, eran 38 nietos que tiene; les dio a los socorristas de la Cruz Roja, un donativo de 100 pesos.

Se  lo agradecieron, pero le dijeron que mejor los ocupara para pagar el pasaje para su tierra. Lo que sí le recomendaron, es que cuando viajara con sus hijas, procurara que no estuvieran panzonas. Entre todos los pasajeros la acomodaron en el asiento de atrás, para que fuera cómoda; la mamá de la parturienta le fue a decir al chofer que se fuera despacio, que recordara que llevaba recién parida, con su hijita; que después lo buscarán para ser el padrino de bautizo.

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