ALFIL NEGRO

-¿SERÉ YO MAESTRO?…
-TÚ LO HAS DICHO…
    •    No vayamos tan lejos, basta que veamos lo que tenemos más a la mano


El día de ayer en la celebración del Domingo de Ramos, se leyó la pasión de Cristo y al llegar a la última cena, la narración señala que les dijo a sus apóstoles: “les aseguro que uno de ustedes me va a entregar”, y consternados los apóstoles empezaron a preguntar uno por uno: “¿seré yo maestro?”. Judas Iscariote también preguntó: “¿Soy yo maestro?” Y Jesús le respondió: “Tú lo has dicho”.
Pasaje terrible en que se narra la manera en que Jesús señala a Judas como traidor, el que sin principios vende a su maestro.
El hecho sigue vigente en nuestros días, en acciones en que se traiciona la confianza de las personas, a veces por las treinta monedas, que no significan otra cosa que el beneficio en dinero como fruto de la traición y en otros casos, que son los más, por cosecha de poder.
Pero no vayamos tan lejos, basta que veamos lo que tenemos más a la mano, que es nuestro estado de Hidalgo.
Sobre todo en los políticos, que en muchos casos son resultado de la voluntad popular,  que dicen haber ganado por sus buenas propuestas.
Y aquí entran de todos los niveles y ellos deberían preguntarle a los ciudadanos que se sientan traicionados por el incumplimiento de lo prometido en campañas, por intereses de grupo o personales: “seré yo, noble ciudadano? Y en muchos casos la respuesta de la gente iba a ser: “tú lo has dicho”.
Es una reflexión por el momento que vivimos, pero que seguramente se deben hacer alcaldes, diputados locales y federales, lo mismo que los senadores.
Sería bueno escuchar qué respuesta esperarían los diputados que brincaron del Congreso en busca de un hueso de más años, como es una alcaldía y más cuando lo hacen para servir a un patrón o dueño.
Las lecturas de Semana Santa son buen pretexto para pensar en que la conducta de muchos de nuestro tiempo, no es diferente a la de algunos personajes de los Evangelios.
Unos que traicionan como Judas y otros que a la hora de la verdad niegan a sus amigos por conveniencia, como lo hizo San Pedro, antes de que cantara el gallo.
La historia es la misma.
Pero los judas de hoy no se ahorcan, más bien usan chequera gorda y viven como gente respetable.
Usted, ¿conoce a algún Judas en el estado? Es pregunta…

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