* JMK-MAO, la refundación del PRI
La salida del ex gobernador del estado Jesús Murillo Karam, del gabinete presidencial, ha sido explicada por algunos sectores de la política hidalguense, como el principio del fin de la carrera política del hombre nacido en Real del Monte, quien de este modo habría cedido el poder heredado del extinto Jorge Rojo Lugo, al actual secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Es acertada y no la interpretación.
Lo es, porque en definitiva la operación de las estrategias del denominado Grupo Hidalgo ya no estarán encabezadas en lo público, por quien dirigiera la Procuraduría General de la República en el actual sexenio presidencial.
Las razones pueden ser múltiples, pero una fundamental es que Murillo Karam ha sabido siempre distinguir el momento para cancelar en definitiva sus apariciones en los escenarios. Se trata de uno de los políticos con más experiencia en la actualidad, pero sobre todo, uno de los más inteligentes que lo ha llevado a ser catalogado como un ideólogo de su propio partido.
Es evidente que las circunstancias no estuvieron de su lado en la PGR. No es aventurado afirmar que se trata de los Procuradores con más nivel que haya tenido esa institución, la capacidad para llevarla a nuevos niveles, pero también titular de la misma quizá en el momento más crítico de su historia, a lo que se suma una guerra interna desatada en su contra.
Vaya pues, resulta una lástima que las condiciones no hayan sido las oportunas para que Murillo Karam haya cimentado el plan integral que tenía para dar un nuevo rostro, pero sobre todo contenido, a la Procuraduría.
Sin embargo es aventurado asegurar que su salida del gabinete presidencial pueda equivaler a su jubilación. No lo es bajo ninguna circunstancia.
El presidente Peña Nieto confía en el ex gobernador hidalguense. Lo mismo el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Quien insista en atribuir su salida a una presunta rivalidad con el titular de la política interior del país, simplemente ve lo que quiere ver, o lo que quiere hacer que vean los demás.
No hay tal.
Lo cierto sin embargo es que Osorio Chong se ha convertido en cabeza visible y en operación del Grupo Hidalgo, en lo que es sin duda el primer paso del cambio generacional, pero que en definitiva tardará todavía un buen tiempo para hacerse total. Estará sujeto sin duda a lo que suceda en los próximos años.
El hecho fundamental es que lejos de registrarse querellas entre los hidalguenses, se ha generado un escenario interesante, en el que luego de mucho tiempo la entidad se mantiene en el panorama nacional con una participación cierta en el ejercicio del poder, y una posibilidad real, luego de mucho tiempo, de poder contar con un candidato presidencial.
Murillo Karam se mantiene como un personaje que será pieza clave en la búsqueda del Revolucionario Institucional de sus raíces, de los principios que le dieron origen, y que en la nueva era de los tecnócratas cayó en el olvido con resultados casi siempre lamentables.
La refundación del Revolucionario Institucional estaré en manos del ex Procurador de la República. Refundación que de ningún modo será meramente estética sin definitiva y radical.
Hoy por hoy el hombre nacido en Real del Monte se mantiene como uno de los ideólogos, tal vez el principal, del partido en el poder.
Osorio Chong es parte del proyecto para que la Presidencia de la República, represente la ideología real que dio origen al PRI, el PRI antes de la era neoliberal.
Mil gracias, hasta mañana.
twitter: @JavierEPeralta
CITA:
Lo cierto sin embargo es que Osorio Chong se ha convertido en cabeza visible y en operación del Grupo Hidalgo, en lo que es sin duda el primer paso del cambio generacional, pero que en definitiva tardará todavía un buen tiempo para hacerse total. Estará sujeto sin duda a lo que suceda en los próximos años.
