¿Dónde me escondo?

DE CUERPO ENTERO

El mundo europeo se cimbra ante el paso malévolo del coronavirus (COVID-19), y como si se tratara de una serie de Netflix, a cada hora se anotan los nuevos casos de infección o de muerte.

DATOS DUROS
    •    El virus ya ha alcanzado 114 países entre ellos México;

    •    Se han infectado casi 150 mil personas con casi 5 mil defunciones;

    •    Que la mayoría de los casos corresponde a infecciones no graves;

    •    Que la mortalidad es baja –alrededor del 2%-, comparado con otras epidemias respiratorias;

    •    Que afecta más a personas por arriba de los 60 años de edad;

    •    Que se ensaña más en personas con enfermedades crónicas como la diabetes, problemas respiratorios crónicos o inmunodeprimidos;

    •    Que no existe hasta el momento vacuna;

    •    Que la población infantil está saliendo bien librada;

    •    Que los países africanos y de América Latina están viviendo hasta el momento actual el problema con baja intensidad;

    •    Que el juego de las redes sociales parece intensificar más el miedo porque ahora aparecieron muchos “expertos” en coronavirus.

    •    Octavio Paz afirmaba ya desde hace tiempo en su libro “El laberinto de la soledad”, que el mexicano no acepta ser “ninguneado”, y que nunca se raja. Es así que ante la amenaza de la pandemia que tanto azora en otros rincones del mundo, en México se toma a la ligera, bueno desde el Presidente. 

En desfiles de carnaval se hace gala del ingenio con niños disfrazados de coronavirus con sus ojitos rasgados, o de plano haciendo alusión a la cerveza se desafía su arribo y se aplaude su llegada. Nadie nos puede ningunear por agachados o miedosos, porque como dijera José Alfredo Jiménez sin me han de matar mañana que me maten de una vez, o de plano “de algo me he de morir”.
Hasta este momento las medidas tomadas por las autoridades sanitarias han sido tibias y temerosas, explicables por las repercusiones económicas que son obvias, como sucede en Italia y España, donde viviendo del turismo han tenido que ponerse en cuarentena.
Sabemos bien que la historia natural de una epidemia de este tamaño sigue una curva ascendente, es decir que estamos a unos días de la expansión, y después lentamente la sofocación. Esto debe implicar una actitud proactiva, de posiblemente adelantar medidas ya conocidas que seguramente serán fuertes, pero de inmenso valor para todos los mexicanos.
Es plausible la presencia constante de la Secretaría de Salud con datos confiables y reales, midiendo el tiempo y momento de indicar nuevas medidas y nuevos pronósticos.
¿Y dónde me escondo?
Algunos datos que te pueden servir:
    •    No multipliques el miedo generando compras de pánico;

    •    Toma la salud de tu familia y la propia muy en serio, ante un cuadro gripal por leve que sea, será mejor quedarte en casa y seguir los remedios que siempre te ha sido útiles;

    •    El cubrebocas sólo debe usarse en caso de que adquieras un cuadro gripal y salgas a la calle, no es preventivo si no tienes nada;

    •    Siguiendo el icono de la 4T lávate por lo menos 4 veces las manos al día;

    •    Por lo menos toma 4 vasos de agua en 24hrs;

    •    Cuídate de los cambios bruscos de temperatura, y más si tienes más de 60 años de edad;

    •    Sigue tu vida en la forma habitual, sólo que ahora con un perfil nuevo de responsabilidad.

El mundo se ha hecho pequeño por la inmediatez de las redes sociales, ante el menor descuido te puedes volver Lord o Lady y hacerte famoso en un video viral que volará como el aire. Para apaciguar tu miedo al coronavirus, debo decirte que aunque no salgas del baño o de tu recámara, nada garantiza escapar del temido bicho.
    •    Escóndete de las noticias falsas que solo pretenden difundir el miedo;

    •    Escóndete de la inercia de correr a los supermercados, porque no sólo expresarás miedo, sino generas escaladas de precios.

    •    Recuerda que a los mexicanos nadie nos ningunea, y menos un mísero virus en forma de corona.


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