Bogotá.- La crisis fronteriza entre Colombia y Venezuela desembocó en crisis humanitaria y tiene visos de acabar en un problema regional después de que los presidentes de ambos países, Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro, llamaran el jueves a consultas a sus respectivos embajadores en Caracas y Bogotá, en lo que supone la medida diplomática más drástica desde que decretase el cierre de parte de la frontera de ambos países el pasado día 19. Además, Colombia ha pedido una reunión extraordinaria de cancilleres de Unasur y de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“Queremos contarle al mundo, comenzando por Unasur, lo que está sucediendo, porque es totalmente inaceptable”, aseguró Santos tras anunciar la medida, durante un acto en Bogotá. Desde el miércoles, por decisión del presidente venezolano, Nicolás Maduro, parte de la frontera de ambos países está cerrada. Cerca de 6.000 personas se han visto afectadas, entre ellas más de 1.000 deportadas.
Pese a llamar a consultas al embajador, Santos ha insistido en que quiere buscar una salida dialogada a la crisis: “Colombia privilegia el diálogo y la diplomacia. Ojalá de parte de Venezuela tengan esa misma actitud porque, hasta ahora, lo que hemos visto, es que no tienen ninguna voluntad de diálogo”.
Al poco de trascender la decisión de Santos, Maduro ordenó a su canciller, Delcy Rodríguez, que hiciese lo propio con el embajador en Bogotá, Iván Rincón: “Lamentamos que los avances alcanzados en la reunión de cancilleres en Cartagena se vean frustrados por la soberbia de sus autoridades”, tuiteó Rodríguez tras anunciar la medida. (Agencias)