DESARTICULAN UNA BANDA DE GALLINITAS
La policía agarró a viejas ponedoras, en dos casas de citas, en los municipios de Tulancingo y Mineral de la Reforma, les cayo “la tira” y atrapó a una banda que se dedicaba al trato de blancas, aunque había negras, apiñonadas, morenas y descoloridas. Pero esto que les cuento es un secreto a grandes voces, donde quiera hay prostitución; se mochan y las dejan, pero no falta un vecino que este como cuchillito de palo y es cuando actúan las autoridades.
Gracias a una denuncia de un ciudadano a través de 066, capturaron a 10 integrantes Poquianchis, 5 hombres y 5 viejas, dedicadas al sexo duro y sin control, poniéndole de día y noche, en casas de citas. Había cola de hombres formados esperando el turno.
Se les aseguró dinero en efectivo, teléfonos, celulares, y una cantidad de tarjetas donde ofrecían sus servicios, y para las mujeres quedadas, artículos sexuales, de todos tipos y tamaños.
Les dijeron a los Cuicos que en una camioneta andaban unos monos repartiendo la publicidad, que si querían ver al “Tráiler” en vivo y a todo color, al mismo tiempo invitaban a mujeres de amplio criterio, para trabajar con ellos, ganado mucho dinero. Los primeros que se aventaron al ruedo, fueron las popochas de Tulancingo, que se dieron a búsqueda de una camioneta Nissan tipo Pick color blanco, que fue ubicada en la colonia El Sabino, de esa población.
Adentro de la unidad se encontraban tres viejas greñudas, que se llaman Marina Ceja Reyes, Ruth Téllez Ibarra, y Mayra Martínez Martínez, de 34, 21, y 18 años.
Llevaban un montón de tarjetas de presentación, con información de los servicios sexuales, al dos por uno y por paquetes, e invitaban a formar un grupo de viejas que les gustara que les dieran para sus tunas con un buen pago, cuando los gendarmes detuvieron a las viejas, les ofrecieron sus servicios gratis, y una lana para que las dejara ir, los uniformados se hicieron de la boca chiquita y les dijeron que no, porque son muy fieles a sus viejas.
Se las llevaron al Ministerio Publico, y despepitaron que tenían una casa de citas en el mencionado fraccionamiento de El Sabino, y los policías no se quedaron picados y fueron a investigar. Llegando al lugar los judíos, lograron la captura de sus padrotes, o como les llaman ahora “Los protectores”, dijeron llamarse Giovanni Saavedra Romero y Pablo García Ibarra, de 22 y 38 años de edad, al ver a los Agentes de la coordinación de Investigación se asustaron y les comentaron que ellos no son los encargados del lugar, que no tienen vela en el enterirro, y les ofrecieron 2 mil 500 chuchos para que los dejaran escapar.
Los llevaron para que se los achicalen, por cochinos marranos. Estando encerrados, soltaron la sopa, que tenían otro lugar en Mineral de la Reforma, que era regenteada por la misma persona, que por el momento andaba prófugo. La policía de Tulancingo se trasladó a Pachuca, y habló con sus hermanos de la municipal y la estatal, que les echaran la mano para seguir la investigación y confirmaron que en el departamento 402, edificio Hidalgo del fraccionamiento PRI-Chacon, había otras dos prostitutas, quese pusieron a sus órdenes, haciendo una rebaja por grupo.
Se identificaron como Ana Belén Arias Dávila, Jazmín Ramírez Barraza Cruz, e Iván y Alejandro Jardines Zarco, de 21, 21, y 18 años. Ahí mismo se empinaron al cabecilla, Leoncio Fuentes Ortiz. Cuando lo quisieron interrogar se portó un poco bronco con la policía, que a madrazos le callaron el hocico, lo llevaron ante el Ministerio Público, bajo los cargos de leonicidio y lo que resulte. A todos los policías los calificaron como jotos, porque sus pupilas se las pusieron en su bigotes y les daba pena, mejor decidieron llevárselos.
UN MOTOCICLISTA, BORRACHO, CHOCÓ
Un conductor se le había pasado las copas, manejaba su caballo de acero, haciendo piruetas a media carretera, en una de esas ¡Bolas! que le agarra la mano el chango y que choca por la retaguardia de una camioneta de pasajeros, quedando muerto, y cuatro pasajeros lesionados de gravedad.
Corría a toda velocidad, sin precaución, andaba hasta las chanclas, en el lado de atrás de la motocicleta llevaba a un vieja greñuda, que iba iguanas ranas, agarrada a madres de la cintura del conductor, y los dedos de las patas engarruñados. Los uniformados dieron a conocer este accidente que ocurrió en la carretera México- Laredo en el tramo de Pachuca- Ixmiquilpan, a la altura de la gasolinera El Cortijo.
Como consecuencia del madrazo, dijeron los uniformados de la policía municipal, que se murió cuando iba camino al hospital, la mujer que lo acompañaba y tres pasajeros de la unidad se lo llevaron al Hospital del Valle del Mezquital. La motocicleta era una marca Itáka, color rojo, sin placas de circulación, con la que chocó fue una camioneta Urvan del servicio público, de la ruta Ixmiquilpan- Dios Padre, placas de circulación 024100- G.
El motociclista viajaba sin casco de protección, era un joven de 22 años de edad y la que iba atrás acompañándolo, se llama Matilde Hernández Ramos de 43 años de edad, al darse el fuerte golpe, cayeron en el suelo y sus cabezas revotaron como pelota, hiriéndose gravemente.
Se sabe que iban chupando en el camino, porque encontraron en la carretera un envase de cerveza conocida como caguama, a la mitad, y llevaban una bolsa de granadas que quedaron regadas en el suelo. Informó la policía que llamaron a la Cruz Roja y a Protección Civil, que llegaron a prestar auxilio y todos fueron llevados en ambulancias, tuvieron que hacer un alto para bajar al piloto y cambiarlo a una ambulancia funeraria. A Matilde Hernández se reporta muy grave, y piensan los médicos que se va a ir al valle de las calacas.
LES CAYÓ “LA TIRA”
A varios ladrones en la ciudad, la Secretaría de Seguridad Pública terminó con los ladrones en Pachuca, solo hay rateros, ratones y cacomixtles, y uno que otro caco. Dos jóvenes ladronzuelos, vecinos de Pachuca, en el Cerro de Cubitos, fueron asegurados al mediodía de ayer, por elementos de la policía municipal, cuando ya se pelaban, después de habar despojado de su teléfono celular a una mujer, que daba de gritos.
Los dos canijos fueron llevados a las mazmorras de la policía, por ese delito, el reporte indica que a las 12 y media de la tarde, uno de los uniformados se encontraba dando su recorrido sobre la avenida Juárez y en la esquina con Jaime Nunó, le avisó la mujer que se acercaron dos tipos y le arrebataron su celular, que por poquito se llevan la oreja. Trabajadores de un negocio salieron a ver qué pez, y les dijo que le habían dado matanga, dijo la changa, con su teléfono, salieron y los alcanzaron, forcejearon hasta que llegó el uniformado a llevárselos. Son unos monos de 15 y 17 años de edad.
Por otro lado a los uniformados les avisaron, que varios tipos de cuidado asaltaban negocios, viviendas. Se dieron a la tarea de despertar a todos los uniformados que se quedan durmiendo en su patrulla, que se unieran a una redada que iban hacer para agarrar a los ladrones y asaltantes.
Al primero que fregaron fue a un asalta transeúntes y ladrón de mercancía en una atienda de autoservicio, detenidos por los oficiales de la municipal, fueron llamados a la calle de Miguel Hidalgo de la capital hidalguense, donde se reportó a dos tipos. Al acudir al lugar se supo que a uno de ellos le habían robado su celular en el Parque Hidalgo, los agentes le dieron alcance y se lo llevaron de volada, antes de que se escapara, y lo pusieron ante el MP. El ladrón no les quiso decir cómo se llama ni cuántos años tiene, tampoco adónde vivía.
En otro punto de la ciudad, un sujeto fue asegurado por el personal de vigilancia de la tienda de autoservicio que se encuentra en el Palmar, y entregado a los uniformados para que se lo llevaran. Los encargados dijeron que detectaron a la persona que tomaba productos y se salió sin pagarlos, el hombre es de 38 años de edad y vive en Mineral de la Reforma.
Atrapan a otro ladrón de casa habitación en la colonia Huxmí, donde no querían ir los uniformados porque les habían dado en la madre por el problema de Tuzobús. Les dijo el comandante que les habían dado tres días gratis, y quedaron como amigos, que fueran pero por las moscas, se llevaran piedras en un costal porque con ellos no se podía usar las escopetas y macanas, sólo gases orgánicos.
Llegaron con confianza a esa colonia, en la avenida de las Torres, un individuo se metió a una casa habitación y los uniformados llegaron a sacarlo. El sujeto dijo que es de la colonia Tlapacoya, y fue llevado a las a instalaciones de la gendarmería municipal.
LE PASÓ LO QUE AL ZANCUDO
Una pata se le enredó y la otra se le hizo nudo, y se cayó de la azotea. Víctor Hernández Vázquez, de 44 años de edad, se resbaló de la azotea y se vino a plomo, cayendo al suelo de ranazo. Se lo llevaron al Hospital General y ahí murió. La señora Rosa Granados, de 40 años, con voz pausada y sin dejar de llorar, declaró cómo estuvieron los hechos al Ministerio Público.
Dijo que llegaron a su domicilio, que se encuentra en la colonia Las Águilas, Mineral de la Reforma, que son comerciantes.
Eran las 4 y media de la tarde, le dieron de comer a los animales, su viejo se metió a bañar y después, cuando a la señora le tocó su turno, a medio enjabonar se le acabó el agua. Le gritó a su señor lo que pasaba, y en menos que canta un gallo, se subió a la azotea y de momento, escuchó un grito y luego un ranazo.
Salió corriendo por el patio de atrás, y encontró a su marido boca abajo, sangrando de nariz y boca, y trataba de levantarse, ella le dijo que no lo hiciera, que no se moviera, pidió auxilio y lo llevaron al Hospital General, mientras ella se vestía rápido, les dijo que allá lo alcanzaba.
Por la angustia, la tristeza, corrió al hospital y llegando, le dieron ganas de hacer del baño, se metió al sanitario y cuando salió, le dijeron que acababa de morir.
Fue para ella lo peor no estar con él en el momento de su muerte. Dijo que Víctor era un marido ejemplar, un buen padre, tiene 4 hijos, y se llevaban de maravilla, que los buenos son los que se mueren y los desgraciados son los que hay andan, dando de madrazos y peleando con sus viejas.
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