Las cuentas del “Chicharito” Hernández

#EL FONDO DEL MEOLLO
    •    Hernández debe tener presente que cada concentración a la que era llamado les daban un pago de dos mil dólares más 350 dólares diarios de viáticos


¿A dónde se va el dinero que genera la Selección Mexicana de Futbol? Vaya pregunta estúpida de Javier Hernández, más retadora y tratando de lucirse que decir lo que sabe, la realidad que tantos años vivió como parte de este equipo.
Hernández debe tener presente que cada concentración a la que era llamado les daban un pago de dos mil dólares más 350 dólares diarios de viáticos. Eso más primas por ganar o empatar partidos, la mayoría de ellos contra rivales de poca monta. Pasaron los años y ese monto se ha incrementado a ocho mil dólares por concentración a la que son convocados. De igual forma hay premios en torneos como Copa Oro, Copa del Mundo, Copa América (cuando la jugaban).
Este futbolista fue partícipe en tres revueltas y desafíos federativos durante su carrera como seleccionado nacional. La primera en una Copa Oro donde se enteró que los premios económicos serían mayores para Estados Unidos que para México, en caso de ganar el torneo. Chantaje que le dio resultado y que puso entre la espada y la pared a los directivos que al final tuvieron que renegociar lo ya acordado. La segunda cuando se le permitió todo en la Copa América centenario, donde México fue eliminado por Chile 0-7 en Santa Clara, torneo en que hasta su entonces pareja sentimental era parte de las concentraciones del equipo y de los entrenamientos, con el pretexto de que porque era periodista le daban este tipo de privilegios, que obviamente los demás periodistas no tenían. La tercera fue en Rusia, en pleno Mundial de futbol, después de que México le ganó a Alemania y fiel a su tradición fue a negociar nuevos premios de los que ya estaban establecidos. Es decir, aprovechar la victoria para intentar sacarles más dinero a los directivos.
La Federación Mexicana de Futbol debe sostener varios proyectos deportivos, no solamente a la Selección mayor. El jugoso contrato con SUM hace que pueda mantener de extraordinaria forma a selecciones infantiles, juveniles, femeniles, de playa y de sala. De hecho, Hernández debe saberlo bien, fue concentrado varias ocasiones como seleccionado Sub-15 o Sub-20. El mantenimiento del Centro de Alto Rendimiento (CAR) tampoco es barato, de algún lugar debe salir el dinero. Y por si no fueran suficientes esos gastos operativos hay que sumar lo que se le reparte a los clubes de la Primera División del superávit.
La Selección Nacional es el colofón del futbolista, donde aprovecha para engrandecer su nombre deportivamente y también sacar beneficio económicamente. Gracias a ser seleccionado vienen contratos millonarios con patrocinadores, o ¿será que Hernández ya no recuerda los anuncios comerciales que grababa en plenas concentraciones?
Lanzar a los cuatro vientos la exigencia de la rendición de cuentas es innecesario, sólo completa el cuadro de dar a entender que no se está haciendo un buen uso con lo generado por la Selección Nacional, algo más falso que una moneda de 35 pesos.
Y como se ha convertido en la nueva Carmelita Salinas, opina de todo y para todos; del mensaje político es mejor dejar el espacio en blanco.

Related posts