
ALFIL NEGRO
El sexenio del gobernador Omar Fayad termina el 4 de septiembre y para terminar su responsabilidad le restan dos meses, junio y julio, unos 76 días, porque el 5 de junio seguramente por la mañana, Julio Menchaca tomará posesión como nuevo gobernador para otro sexenio, que también repetirá la historia para terminar en una ceremonia parecida, en algo que permite la democracia en estos relevos cada seis años que evitan muchas cosas en el ejercicio del poder.
Fayad tomó posesión un 5 de septiembre del 2016 con 54 años de edad, en una ceremonia llevada a cabo en el auditorio Gota de Plata con la asistencia de 15 gobernadores en funciones y gobernadores electos, como representante del entonces Presidente Peña Nieto el Secretario de Gobernación Miguen Ángel Osorio, y presente también Rosario Robles titular de SEDATU, del gobernador saliente Francisco Olvera y de los ex gobernadores que han tenido esta responsabilidad.
De esto hace ya casi seis años, porque su sexenio está por terminar.
Cuando un gobernador está terminando su gestión, es cuando muchos que se sintieron afectados por decisiones del gobernante sacan las uñas y pretenden de alguna manera ajustar cuentas .
Es lo que siempre sucede y más en las actuales circunstancias, en que el nuevo gobernador representa a un partido opositor al que siempre gobernó Hidalgo y que por primera vez en la entidad se vivirá la alternancia después de 93 años del PRI en el poder.
Esto como que envalentona a los resentidos, que no quieren dejar pasar la oportunidad de hacerse presentes pensando a lo mejor que esto les creará camino hacia el nuevo gobernador.
Y así agrupaciones que por decisión presidencial dejaron de ser negocio de sus líderes como Antorcha Campesina, ven la oportunidad de hacerse presentes y denuncian ser víctimas de mala política del gobernador saliente, quizás pensando en que sea un mensaje para el mandatario entrante y volver a los días buenos de cosecha de presupuesto, que no se ve por dónde dada la posición del Presidente AMLO en relación con los abusos de este tipo de organizaciones.
Pero es la hora de sacar las uñas y lo hacen.
El tiempo que se vive permite a grillos lanzarse contra el que deja el poder, lo mismo que líderes que denuncian abandono y desinterés en problemas que ellos encabezan.
Siempre ha sido así y las cosas no cambian.
Es la hora de la revancha de los dolidos y resentidos, de los grillos que tienen tierra fértil para sus ambiciones o frustraciones.
Y esta actitud no sólo es de gente ajena al partido del gobernador saliente, muchas veces el veneno viene de gentes del mismo partido dolidos porque no recibieron lo que según ellos se merecían.
No es nuevo pasa en cada sexenio y rara vez logran algo, porque ya se conoce su modo de actuar y proceder.
Son las obras y acciones las que hablan por el que se va, y salen sobrando las voces venenosas de los que buscan hacer daño.
Así es el fin de un sexenio y el inicio de uno nuevo. Y esto mismo pasará con Menchaca cuando deje el poder en 2028.
Nada nuevo bajo el sol.