Alfil Negro
El año que viene, a tan solo 17 días, es un año con un tremendo peso político por todo lo que se decide en cuestiones políticas, y por lo mismo un año decisivo para todos los partidos políticos empezando por MORENA y luego los otros como PRI, PAN, PRD, MC, y los calificados como chiquilladas, como el PT y PRD, incluido el PANAL que desde ya deben estar pensando cómo jugarán sus fichas para la gran elección del 2 de junio del 2024, cuando se llevará a cabo la gran elección en que estarán en la pelea todos los puestos empezando por el de la Presidencia de la República y todo el poder legislativo tanto federal como local, así como alcaldías.
2023 es el año en que los partidos deben decidir cómo van a participar, si solos o en alianzas como lo han hecho en las últimas elecciones.
Dependiendo de lo que decidan para su participación, viene el tema de las candidaturas que por lo menos en Hidalgo no a todos los partidos les convino.
MORENA que es el partido fuerte en esta hora, seguramente mantendrá su alianza con el PT y PRD, que están vendiendo muy caro su amor, como queda de manifiesto en la reforma electoral, en donde se atrevieron a exigir a cambio de su voto para que las iniciativas presidenciales alcancen la mayoría calificada, en este caso la Reforma Electoral, que mantengan su registro aunque no tengan los votos y lo principal que no los dejen sin sus moches o presupuestos para sus trabajos que muchos entienden como ganancias para algunos de sus dirigentes.
A cambio MORENA con toda seguridad impondrá candidatos, con el apoyo, faltaba más, de la chiquillada que agradecida aceptará todo lo que le pidan, una vez que hayan alcanzado la vida eterna como se llama ese enredo de poder recibir votos de otros partidos en las candidaturas comunes, que les permitan seguir vivos aunque no cumplan con la exigencia del tres por ciento mínimo de la votación.
PRI
El partido tricolor tiene en el 2023 la oportunidad de recuperar algo de todo lo que ha perdido, pero sólo si actúa respetando a su militancia y dejando en el olvido los abuso que su dirigencia nacional comete con los priistas de los estados, como sucedió en Hidalgo, con la imposición de una candidatura a la gubernatura que no sólo mostró el rostro de la imposición, sino a falta de respeto a una militancia que sigue ofendida y lastima por esas acciones.
Una prueba de fuego será saber qué camino sigue el tema de la Presidencia estatal del partido tricolor, que al parecer quiere la dirigencia nacional imponiendo a un dirigente a su modo y conveniencia.
Se tendrán que elegir candidatos para Presidencia de la República, senadores, diputados federales y locales y para Presidentes municipales que no es poca cosa.
Si se respeta la voz de los priistas de a pie, puede haber una oportunidad de ganar.
Pero si sigue la actitud de la dirigencia nacional de imponer hijos, parientes, amigos y conocidos, y todo lo que hable de que ellos son los que mandan, lo más seguro es que venga otra derrota como la última en que perdieron la gubernatura.
El PAN, puede dar la sorpresa, sino es víctima de quienes piensan que son dueños de ese partido.
En cuanto a los otros, su suerte depende de cómo jueguen sus alianzas porque solos la verdad tienen poco futuro.
Pero todo esto se juega en el 2023, un año que inicia en 17 días.
Falta ya muy poco…
