OPINIÓN
• Tenemos 84 alcaldes, hay mucha tela de donde cortar…
Terminó el año 2016, comenzó el 2017, siguió el 2018 y la obra pública y demás en varios municipios de Hidalgo, se redujeron a unas cuantas pavimentaciones de calles, algún drenaje, electrificación, y quizá algo más obtenido del Gobierno estatal o federal, las alcaldías se quedaron parcas, siempre bajo el argumento de no tener recursos.
¡Ah!, pero apenas comenzó el 2020 (año electoral), y los presidentes municipales comenzaron a salir de sus escondites. De los 84 alcaldes hay varios de los que los pobladores se habían olvidado de sus rostros, hoy los vemos muy activos en redes sociales, sobre todo a aquellos a los que su partido les dio un par de cachetadas para que en la recta final presuman y exageren sus logros, porque se está viendo que no están saliendo las cuentas.
Así todos podemos ver a los alcaldes recorriendo colonias, saludando otra vez de mano en mano, publicando en sus redes sociales que ahora sí van a atender a la ciudadanía, reconociendo que en estos años de gobierno ignoraron al pueblo. No faltan los reclamos de la gente que atraparon a delincuentes en sus colonias pero la policía municipal los dejó libres, no van a faltar los aprovechados que utilicen la ineptitud del presidente o presidenta para conseguir votos para un partido “diferente”.
Tenemos 84 alcaldes, hay mucha tela de donde cortar, no faltó: el presidente borracho, la presidenta prepotente, el corrupto de siempre, el que no cumplió sus promesas de campaña, la que se hizo independiente, al que le creció la nariz, el que se mandó construir edificios con departamentos para rentar, al que vinculan con el crimen organizado, la que le tocó el fuego amigo, la que permitió la tala inmoderada, el que todo quería arreglar con zacahuil, el señalado por amparar el huachicol, el que trajo de nuevo el puma, el alcalde que traicionó a su hermano, y los que ni por bien ni por mal brillaron en estos cuatro años.
Sin embargo, ahora sí, en este año electoral, “hola, ¿cómo está?”, saludan de mano, vuelven a prometer lo que no cumplieron en cuatro años, siguen creyendo que la estrategia rancia de “prometer hasta meter y una vez metido olvidar lo prometido” seguirá funcionando, lo que a decir verdad, podría volver a generar un grave conflicto, ya que un voto de castigo sumado a un voto de respaldo al gobierno federal en la elección local, podría hacer que nefastos perfiles, que carecen de oficio político, de conocimiento y de libertad propia, se conviertan en presidentes municipales, tal y como sucedió en la elección de 2018 cuando un puñado de gente de cierto grupo (que comanda una garza de alas truncas), se convirtieron en diputados por Morena y ahora no los bajan de “títeres, ignorantes, ridículos, y traidores”.
Ahora sí trabajan los presidentes, ahora sí cacaraquean hasta el peso que dan de limosna en la iglesia, porque la gente debe saber que trabajaron bien, que cumplieron todo lo que prometieron, que no fueron corruptos, que mantuvieron la paz social, que no hubo robos a casa habitación, que no hubo robos a mano armada, que no hubo ladrón y delincuente que escapara a la ley, pero hoy son otros tiempos…
Veremos en los siguientes días, con qué cara verán los presidentes a la gente, a las víctimas de la delincuencia, a los que padecieron la carencia y les fue negado un apoyo, a los familiares de los muertos, a los que no se les garantizó una fuente de empleo y se convirtieron en delincuentes, veamos con qué cara pedirán el apoyo para los siguientes candidatos de su partido, porque en verdad han sido cuatro años de decepción para miles de hidalguenses.
La elección que se avecina y que tendrá su punto definitivo el próximo 7 de junio, tendrá varias aristas que podrían cambiar el resultado final: las campañas que hagan los candidatos, los perfiles que postule el partido que se siente mayoritario pero que carece de estructura (Morena); ya que postular candidatos emanados de un Grupo que persigue intereses personales por encima de los que tiene la ciudadanía no será la mejor opción, y los resultados que hayan entregado los presidentes municipales que en la recta final quisieran “aparentar” hacer, todo lo que no hicieron o dejaron de hacer.
Sin duda también habrá presidentes municipales (aunque serán los menos), que hicieron su chamba, perfiles que sin duda la población no olvidará por las obras realizadas para el bien de miles de habitantes, la atención otorgada, los apoyos dados, y las acciones emprendidas por el bienestar común. Este año es electoral y no tarda en comenzar la guerra de acusaciones que habrá de “todos contra todos”, algo que la población podría aprovechar para fortalecer la democracia y no emitir un voto sin conocer al candidato o candidata, o bien para castigar al partido que haya fallado o haya comenzado a fallar.
Finalmente no está por demás decir que también serán observados aquellos que hambrientos de poder, dejarán atrás su puesto de Diputado o Diputada, para convertirse en los chapulines que tanto criticó el líder de Morena, hoy presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, así que no se vaya asombrar si de pronto escucha entre los candidatos los apellidos: Baptista, Vera, Montealegre u otros, errores que cometería Morena porque en Hidalgo eso se traduciría en “premiar con candidaturas” a gente mentirosa, prepotente, ignorante, traicionera y demás calificativos que se han ganado a pulso los diputados que eran de Morena pero que votan y velan por los intereses del Grupo Universidad, sin contar a la de copete colorado que en los últimos días ha dado cátedra de ignorancia y nerviosismo (la gente no cambia de ánimo de un momento a otro por que sí).
El cuadro “de la risa al llanto” que regaló a la prensa Corina Martínez, aquella noche que lloró en el árbol de la noche triste, cuando se discutía el presupuesto, es inolvidable, y tener una candidata con estos cambios tan repentinos, sería el error magistral que la oposición espera que cometa Morena.
