CANIRAC
• El presidente de la Canirac, Alan Vera, reconoce que variantes nacionales e internacionales mermaron la economía del sector
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Alan Vera Olivares, declaró que el 2017 fue un año crítico para la industria restaurantera a nivel nacional por diversos factores, no sólo en lo local, sino también por aspectos externos como el precio del dólar y las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC).
En ese sentido, detalló que diversas causas a nivel nacional e internacional provocaron que diversos negocios dedicados a la preparación de alimentos reportaran bajas en sus ingresos, y se intensificó con los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre, que en el caso de las entidades afectadas, muchos establecimientos resultaron dañados y sin posibilidades de resarcir los daños.
En otro sentido, Vera Olivares también determinó que el mes de septiembre fue la temporada en que se registró una caída de las ventas de alimentos preparados como producto de los mismos temblores, y afirmó que se tuvo como consecuencia que la confianza de los consumidores mermó ante posibles réplicas, y así mismo dejaron de salir de sus casas durante el tiempo que sobraba del mes.
Otro factor atribuido a los fenómenos naturales es el problema de distribución de la materia prima por parte de los proveedores, ya que después de los sismos muchas vías de comunicación quedaron destruidos, lo que provocó que los proveedores no pudieran entregar suministros a los restaurantes, las rutas de entrega se cancelaran, y a su vez, que los productos subieran sus precios de forma considerable.
El representante del sector restaurantero afirmó que se espera que una vez que termine el año 2017 se registre un repunte con las ventas para las cenas de fin de año para tener una mejor solvencia durante los próximos meses del 2018.