18 años limpio

De adicto a ADICTO
   Ayer y Hoy, Volver a EMPEZAR. GaD
60 años cumplidos, más de la mitad secuestrado

Lleno de ansiedad, recorrí farmacia tras farmacia, con receta en mano para comprar el narcótico con el que establecí una fuerte dependencia, recurría media ciudad, es un medicamento, morfina sintética, que escasea mucho, tiene  un gran demanda y una amplia lista de adictos al Nubain, para mí, es una sustancia tóxica muy fuerte, extremadamente relajante, una anestesia dura, que la usan en los quirófanos para armar el dolor en una operación mayor, igual pare a quien tiene un cáncer  o una herida muy grave, en mi caso, la use como mi droga de impacto y me inyectaba tres miligramos en la mañana, tres miligramos al medio día y tres más en la noche, en cuanto destapaba el frasco y cargaba la jeringa, me daban náuseas, vómitaba un líquido amarillo, el síntoma era de inmediato después del piquete y en complemento me inhalaba un pase de cocaína, junto con un cigarro, los momentos sin morfina, eran insoportables, me irritaba con facilidad, sudaba y mi mente se obsesionaba, pensando únicamente en donde podría conseguir  una buena dotación, el efecto, demasiado relax, el rebote, un inmenso dolor de cabeza y huesos, que comencé a calmar con vodka, pastillas anti depresivas y por supuesto cigarro, llegue a pensar que jamás iba a poder presentir de esta droga, me sentía mediocre, inuit, gran parte de mis días, los dediqué a visitar farmacias. La primera vez que la probé, por prescripción médica, fue por un dolor de huesos a consecuencia del abuso extremo en el consumo de cocaína, fue por demás placentero y de ahí vinieron mis delirios de persecución, mis pensamientos psicópatas, patológicos, psicóticos, mi mente enferma, anestesiada y drogada.
Un límite no cumplido
Mi mujer tenía 21 años y yo 35 cuando nos casamos, mi consumo de cocaína y de alcohol, era en cantidades industriales, todos los días borracho, alcoholizado y drogado, hasta que ella, un día harta de mis actitudes, de mis panchos infantiloides, de mi soberbia, me puso un límite.- O haces algo para que dejes de tomar o nos divorciamos? .-  Los pleitos eran diario y busque la manera de internarme en Oceánica, por 35 días, por supuesto que puse mis condiciones, se me permitió llevar mi máquina de escribir  he hice los doce pasos del programa de Alcohólicos Anónimos en menos de diez días.,- Imagínate!!!!.- No fui honesto, no dije que era cocainómano, fármaco dependiente, no hable de mi celotipia infernal, incluso me fugué dos veces de la clínica para ir a visitar en la madrugada a mi mujer al Camino Real en Mazatlán, México, ella pensaba que era una demostración de amor, mientras que yo, iba a inspeccionar el cesto de la basura, buscando condones, o papel con semen, checaba.  debajo de la cama, iba a inspeccionar su cuerpo en busca de un chupete o un rasguño, yo no hable de eso, ni de mis heridas del alma, ni de mis daños, me la lleve de pechito y cuando llegue a México, mi cuñado me recibió en su casa con un pase de cocaína y me dijo.- Eso de Alcohólicos Anónimos, es pura jalada, éntrale!!!!,. y ahí tiré mis esperanzas por dejar de consumir, eche a la basura todo el dineral que me había costado Oceánica, entre el internamiento, los viajes de mi mujer, las terapias familiares y una semana que nos quedamos de luna de miel en el Rancho Las Moras y después me hundí cada vez más en la adicción a la cocaína, al Nubain y a las pastas y sucedió lo que sucede en la carrera de un drogadicto, comencé a tocar fondos, me volví loco y trate de matar a mi mujer. No morí, porque Dios dispuso otra oportunidad para mí, porque me mujer me apoyo siempre.
La cocaína, mi amiga, mi esposa, mi amante, mi todo
Mi adicción, mi compulsión hacia esta sustancia tóxica, era sumamente fuerte, me obligaba a drogarme cada 20 minutos, me angustiaba toda vez que me quedaba sin droga, cancele viajes, compromisos importantes, por estar prendido de la cocaína, al final de mi carrera, lloraba cada vez que empezaba a inhalar  porque ella sabía que no podía parar, entre más me metía, más quería, gaste una fortuna en el polvo blanco, dañe mi salud, tendrá estragos muy amargos, consecuencias severas en mi cuerpo , en mi mente, la cocaína me secuestró arruinó mi vida, perdí el sano juicio, me secuestré en mis delirios de persecución, me hundí en depresión y me aferre a sufrir por mi celotipia infernal, esa obsesión que me volvió loco y me obligó  a quemar mi casa un par de veces, me orillo a  generar el hecho de que me querían matar, dormía con dos cuchillos en mano, genere que entraban a mi casa y me escribían mensajes con tinta sangre.- Púdrete. Te vamos a matar.- Dañe mi tabique y mi sistema respiratorio, me corrieron de mi programa de radio, La Voz de Chihuahua, por irresponsable, perdí a mi mujer, a mi familia, dinero y demasiado tiempo que estuve muerto en vida, atrapado sin salida, llegue a pesar menos de 50 kilos, con los zopilotes volando arriba de mi.- Puedes ver a mis hijos de dos y tres años brincando en el brinca brinca de un centro comercial, por horas, mientras yo, en el estacionamiento atascándome de cocaína.- Abandone la convivencia con mi familia, les di la espalda y no había cosa más importante que drogarme, mi vida giraba en torno a la cocaína, vivo de milagro y ahora, algunas noches me angustio porque tengo pesadillas donde me veo atascándome, sufro  por la recaiga, pero me despierto y le doy gracia a Dios, de que solo fue un sueño, sin duda, un claro mensaje para que no se me olvide de dónde vengo. Por supuesto que un mediocre cocainómano, tiene que vivir su propia experiencia, no tiene los tamaños para dejar de consumir, como yo.-
No tengo todo lo que quiero, pero quiero y mucho todo lo que tengo
Aprendí, que ayudar a otro, no es con regaño o dar la clase, que la mejor manera de ayudar, es hablando de mí, comprendí, que no soy el único recuperado, entendí, que cada quien hace su propio esfuerzo y no porque me la pase en las escuelas dando el mensaje, haciendo labor social  en los CERESOS, en los centros de rehabilitación, escribiendo, hablando en la radio y televisión, produciendo espacios en las redes sociales, compartiendo, no  todo el mundo debe hacer lo que yo hago, ahora, puedo respetar y asimilar, él vive y deja vivir, sé que el mejor servicio está en mi casa y lo hago con gusto, celebro mis primeros 18 años, en armonía, agradecido con Dios, con mi esposa que siempre ha estado conmigo, en las buenas y en las malas, ya llevamos 25 años juntos,  agradezco a tantas personas que me ayudaron y me ayudan en mi proceso de recuperación que no culmina, supe, desde hace mucho tiempo, que soy un enfermo emocional y que solo de mí, únicamente de mí, depende el mantenerme a flote, sin drogarme, sin sufrir, ni hacer sufrir.- Vivo, el solo por hoy para no tener recaídas emocionales, no engancharme con nada, ni con nadie. Me equivoco, cometo errores y vuelvo a empezar.-  Por ahora, he aprendido la lección, con las drogas no se juega, mi problema es complejo y emocional.- Soy muy feliz con mi labor en los medios, me siento muy bien cuando las personas se contactan conmigo y me hacen sentir útil, mi obra literaria habrá de culminarse este años  con 4 nuevas obras: Rompe con tus viejos moldes, Armonía, el arte de hablar en público, Guía para la recuperación y Camaleón. Gracias lector por estar ahí, por leerme y por escribirme.- ernstosalayandia@gmail.com 614 256 85 20,  Artículo completo en ernesto@montrealquebeclatinoi.com  búscame en Facebook y en  twitter: @teo_luna

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