IGUALDAD SUSTANTIVA, EMPODERAMIENTO EFECTIVO
- Los datos del trabajo de cuidados remunerado y no remunerado servirán como un componente esencial en el desarrollo de iniciativas legislativas y políticas
En el congreso de la República de Colombia, parlamentarias y parlamentarios de dieciocho países de las Américas y el Caribe, se reunieron en el 14° encuentro titulado “Perspectivas Legislativas para el crecimiento económico inclusivo: invirtiendo en la economía del cuidado”, intercambiando buenas prácticas entre colegas y especialistas para desarrollar iniciativas legislativas relacionadas con las dimensiones económicas del trabajo de cuidados.
En el desarrollo del encuentro se reconoció al trabajo de cuidados como uno de los pilares de nuestra sociedad, que contribuye al funcionamiento de las economías, a la autonomía de las mujeres, y a la igualdad de género, que puede ser un catalizador para el crecimiento económico inclusivo y para el bienestar social.
Los datos del trabajo de cuidados remunerado y no remunerado servirán como un componente esencial en el desarrollo de iniciativas legislativas y políticas basadas en evidencia que promuevan la igualdad, el crecimiento económico y reducción de la pobreza.
El trabajo de cuidados se entiende como el amplio conjunto de actividades cotidianas de gestión y sostenibilidad de la vida, que se realizan dentro o fuera del ámbito del hogar, y que permiten el bienestar físico, biológico y emocional de las personas, y en especial, de aquellas que carecen de autonomía para realizarlas por sí mismas. El trabajo de cuidados comprende el autocuidado, el cuidado directo de otras personas, la provisión de las precondiciones en que se realiza el cuidado y la gestión del cuidado.
Por tanto, algunos reconocimientos establecidos, es que los cuidados son esenciales para el bienestar físico, biológico, y emocional de todas las personas; que la economía del cuidado es uno de los sectores económicos de más rápido crecimiento mundial y se prevé que genere más del 40 por ciento de todas las oportunidades de empleo en nuevas profesiones entre el 2020 y el 2023.
Que los países de las Américas y el Caribe que han calculado el valor económico del trabajo no remunerado en los hogares, estiman que representa entre el 15.9 y el 27.6 por ciento del Producto Interno Bruto, y que el trabajo de cuidados no remunerado realizado por mujeres representa aproximadamente el 74 por ciento de ese monto.
Se estima que para el año 2030 habrá cerca de 2,300 millones de personas que requieran cuidados, teniendo en cuenta tendencias demográficas y socioeconómicas como el envejecimiento o el crecimiento de la población, los cambios en las estructuras familiares y domésticas, la participación de la mujer en el mercado laboral y las deficiencias en los sistemas de seguridad social.
Que los parlamentos pueden desempeñar un papel decisivo en la promoción de la inversión pública en la economía del cuidado como un objetivo necesario en materia de derechos humanos que contribuye a garantizar que todas las personas puedan acceder a una oferta de servicios y apoyos requeridos para su cuidado, y que las y los trabajadores cuenten con las protecciones adecuadas.
Además de reconocer que la inversión pública en la economía del cuidado y los cambios en las políticas sociales y económicas hacia modalidades de cuidado más sostenibles pueden tener efectos multiplicadores mediante el aumento de oportunidades laborales, la reducción del desempleo y la pobreza.