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10 de mayo para las madres buscadoras

10 de mayo para las madres buscadoras

POR EL DERECHO A EXISTIR

¡Nada qué festejar! Es el grito ahogado de la indignación, el dolor y la injusticia. Las madres buscadoras, son hoy un referente de dignidad frente a un Estado omiso en la garantía de justicia. Sus voces se escucharon en las plazas públicas, sus exigencias y reclamos hacen patente el crimen más atroz contra la humanidad, la desaparición.

En un país con cifras aterradoras de problemas sociales asociados a la delincuencia y a la violencia contra las mujeres, se suma un flagelo que viven las madres y familias de quienes un día no volvieron a casa, aquellas a quienes les fue negado el derecho de llorarle a sus muertos (as), aquellas que no saben si esta con vida o fue asesinada su persona amada.

México es el país de los contrastes, pero entre los contrastes los colores más oscuros se encuentra el dolor de las madres buscadoras, especialistas a golpe de realidad en peritajes forenses, impulsoras por la indiferencia institucional, de comisiones especiales como la Comisión de Búsqueda, del cual, por cierto, han hecho los protocolos especializados, todo esto desde la autogestión económica.

Ninguna madre debería pasar por esto, ninguna de ellas debería padecer este flagelo diario, el vilo y la incertidumbre no debería ser parte de su cotidianidad. Sin embargo, pasa y el colmo de las realidades es la indiferencia de las autoridades, los incentivos institucionales que permiten hacer o dejar de hacer y que tiene como una de sus consecuencias fatales, el asesinato de madres buscadoras.

Para ellas, el 10 de mayo no significa nada, está vacío de contenido, porque no hay honor, ni justicia, ni reparación de daño, no existen las garantías de la no repetición de los hechos.

Decía Violeta Parra: “Que lo injusto no me sea indiferente”, en el marco de esta conmemoración, llena de flores, regalos y comidas para conmemorar a las madres, recordemos que hay en todo el territorio mexicano mujeres que buscan a sus hijas e hijos, que su dolor no nos sea indiferente, que su acción nos convoque a unir nuestras voces para la justicia.