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Conectando a México

Mariana Peralta Zamora
3 Min de Lectura

ESPEJOS DE LA REALIDAD

La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2022, ha proporcionado valiosas estadísticas que revelan la creciente penetración de Internet en México. Con 93.1 millones de personas usuarias de Internet, representando el 78.6% de la población de 6 años o más, es evidente que el país está experimentando una significativa integración digital. Sin embargo, es crucial destacar las disparidades existentes entre el ámbito urbano y rural.

Los datos indican que, mientras el 83.8% de la población urbana utiliza Internet, solo el 62.3% en las zonas rurales accede a esta herramienta. Estas cifras resaltan la brecha digital entre áreas urbanas y rurales, una disparidad que debe abordarse para lograr un desarrollo equitativo en todo el país. En comparación con el 48.4% de la población rural que utilizaba Internet en 2019, hay un progreso significativo, pero aún queda trabajo por hacer para cerrar la brecha.

El acceso a la tecnología e Internet no solo es una cuestión de conectividad, sino también de inclusión social y desarrollo. La tecnología tiene el potencial de ser un catalizador para el progreso en diversos aspectos de la vida, como la educación, la salud y la participación ciudadana. Por lo tanto, es imperativo que se implementen estrategias específicas para llevar la tecnología a las zonas rurales de México y garantizar que estas comunidades también se beneficien de las oportunidades que brinda.

El gobierno desempeña un papel fundamental en este proceso, ya que debe fomentar una tecnología más incluyente. Esto implica no solo proporcionar acceso a la infraestructura de la información, sino también promover iniciativas educativas que concienticen y fomenten el aprendizaje en tecnología para aquellos interesados en estos temas. Además, es esencial garantizar que el acceso a Internet en las zonas rurales sea asequible para todos los ciudadanos 

La importancia de hacer que la tecnología sea más incluyente y llevarla a las zonas rurales de México no sólo radica en cerrar la brecha digital, sino también en impulsar el desarrollo social equitativo. Un enfoque que combine la expansión de la infraestructura de Internet con programas educativos y políticas inclusivas puede transformar positivamente la vida de las comunidades rurales, brindándoles acceso a oportunidades que antes estaban fuera de su alcance.

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