Decenas de miles de palestinos huyeron el domingo hacia el sur desde la ciudad de Gaza ante los crecientes bombardeos del Ejército de Israel, que estima que desde que recrudeció sus ataques a la capital unas 300 mil personas han sido forzosamente desplazadas hacia el sur.
A pesar de que las playas de Mawasi y las de la ciudad de Gaza distan solo unos 25 kilómetros, el viaje de vuelta se alarga durante más de cinco horas por el aluvión de gazatíes que se dirigen hacia el sur por la carretera que las conecta, la de Rashid, que atraviesa la Franja en paralelo al mar.
«Llevo diez días yendo al sur para buscar un lugar, pero no encuentro nada. Mi familia está compuesta por cincuenta personas. Nadie tiene dinero para salir, no hay nadie que nos transporte, no hay nadie que nos dé cobijo, ni (hay un lugar con) agua donde podamos quedarnos», lamenta Yahya Ahmed junto al embotellamiento con una pequeña mochila a su espalda.
Fue uno de los miles de habitantes de la región norte de la Franja (que engloba las localidades de Yabalia, Beit Lahia y Beit Hanoun) que huyeron a la ciudad de Gaza ante el avance de las tropas israelíes, que ahora se permanecen acantonadas en Yabalia a la espera de lanzar su ofensiva contra la capital.
Ahmed se vio forzosamente desplazado hace tres meses hacia la capital y, hoy, ante la inminente operación terrestre del Ejército israelí y los constantes bombardeos que buscan movilizar a la población, intenta huir aún más al sur.
Algunas estimaciones sitúan en torno a los 10 mil quienes abandonan la capital, tanto a pie como en vehículos alquilados por los desplazados para trasladar sus pertenencias a precios desorbitados.
Durante el tiempo en que recorre la carretera de Rashid a la altura del centro de la Franja, entre el 40 y el 50 por ciento de quienes se dirigen al sur lo hacen a pie, ya sean hombres, mujeres, niños o ancianos.