La selección española acarició su tercer título consecutivo, pero cayó en la tanda de penaltis de la final de la Liga de Naciones ante Portugal a un año del Mundial 2026, con tiempo para Luis de la Fuente para asentar certezas lideradas por Lamine Yamal y solucionar incertidumbres en el lateral derecho y la demarcación de ‘9’, con el futuro de Álvaro Morata de nuevo en el aire.
. Las certezas de España:
El liderazgo de Lamine Yamal
Sin cumplir aún 18 años, nada, ni un mal partido en una final como el que protagonizó ante Portugal, discute el liderazgo indiscutible de Lamine Yamal en la selección española. Se lo ganó desde su primera aparición. Un futbolista «tocado por una varita», como dice De la Fuente. De los que hay casos contados, peleando ya por su primer Balón de Oro y con un futuro prometedor.
Cómodo siendo el centro de atención y digiriendo su primera desilusión como internacional, en un aprendizaje que le hará crecer, para añadir a lo que era un camino de rosas. Superando cada récord de precocidad que se encontrase en su camino, conquistando la Eurocopa 2024 con papel principal y decisivo.
Volvió a ser protagonista ante Francia en unas semifinales, con doblete, pero en la final dejó su partido más irregular. Frenado en seco por el poderío físico de Nuno Mendes. Tiene el respaldo del seleccionador y de todo el grupo para liderar un proyecto en torno a su figura.
El estilo
Con la irrupción de Lamine Yamal y la coincidencia en el tiempo de la explosión de la mejor versión de Nico Williams, De la Fuente dio paso a un retoque de estilo que ya es innegociable. España juega más directo, encuentra desborde en sus extremos, los busca con balones largos y es vertical.
Esa característica la fue perdiendo según avanzó la final de la Liga de Naciones, en una segunda parte en la que Portugal, tras corregir errores tácticos del primer acto, se impuso como bloque. Impulsó una posesión menos efectiva de la selección española en la que ya no se encuentran cómodos.
«Hemos estado planos en la posesión ineficaz», definió un centrocampista como Martín Zubimendi, con Mikel Oyarzabal, el mejor jugador español de la final. No dudar nunca de la identidad, esté la selección que esté enfrente, ha sido algo innegociable desde la llegada de De la Fuente.
El crecimiento con el regreso de dos líderes
Zubimendi ha logrado que la selección española echase menos en falta de lo que se podía presuponer a su gran referente, Rodri Hernández. Once meses sin su fútbol han provocado el crecimiento de otro futbolista sobrado de personalidad. «Tenemos a los dos mejores mediocentros del mundo», presume siempre De la Fuente, que ha encontrado la respuesta que esperaba en el jugador de la Real Sociedad.
Aunque sabe el seleccionador español que jugadores del peso de Rodri y Dani Carvajal, ambos de baja toda la temporada por graves lesiones de rodilla, se notan en momentos importantes dentro y fuera del campo. Son dos de las voces autorizadas del vestuario, ejemplos a seguir para la mayoría. Con su regreso en septiembre, España crecerá de cara al Mundial 2026.
La portería
La brillante primera parte de Unai Simón en las semifinales ante Francia, con paradas salvadoras que impulsaron la goleada que acabó en susto con la relajación final, ha reafirmado la apuesta ciega de De la Fuente en el portero del Athletic Club. Se le vio hasta molesto por ser preguntado por la gran sensación de LaLiga, Joan García, y defendió la ascendencia de Unai en el grupo y su rendimiento en el terreno de juego.
«Ha sido maltratado», aseguró de un portero al que se le criticó algún grave error con los pies en el pasado, en excesos de confianza que costaron goles. Lo cierto es que Unai se jugó el tipo en la Eurocopa, jugando con una lesión de muñeca, y para De la Fuente no hay debate posible en la portería. Tiene tres porteros fijos, sumando a David Raya y Álex Remiro. Si finalmente Joan acaba fichando por el Barcelona, tendrá que sostener su nivel para que se le abran las puertas de la selección.
Los jóvenes talentos en el centro de la defensa
La Liga de Naciones deja la confirmación de un nuevo futbolista para muchos años en la selección española. Es Dean Huijsen, que había debutado con 20 años en la eliminatoria ante Países Bajos y respondió a la confianza de De la Fuente. Le dio la titularidad en semifinales y la final, por delante de Pau Cubarsí y Dani Vivian, a los que ha superado en la carrera.
Los pilares de De la Fuente fueron Aymeric Laporte y Robin Le Normand. A la espera de que el primero regrese a una liga competitiva, De la Fuente ha encontrado nuevas piezas que sostienen el buen nivel. Con Vivian como fijo, Cubarsí ya se instala en el grupo, pese a no tener la continuidad que disfruta en su club. Y Huijsen, con un juego de pies en corto y en largo que tiene enamorado al cuerpo técnico de la selección, poderío en el juego aéreo, rapidez y buenas maneras defensivas, es la última aparición que se instala en la Roja.
Las incertidumbres de España:
El lateral derecho
El vacío sin Dani Carvajal en una demarcación en la que De la Fuente también perdió la experiencia de Jesús Navas, ha sido grande. El seleccionador dejó de contar con Marcos Llorente, ausente desde la convocatoria de la Eurocopa de la que fue finalmente uno de los descartes, y ha probado con Pedro Porro y Óscar Mingueza.
En los partidos grandes se ha notado la trascendencia de Carvajal, durante años instalado entre los mejores laterales derechos del mundo. En la Liga de Naciones ninguna de las dos opciones dejó satisfecho a De la Fuente.
Pedro Porro sufrió ante Francia y por su carril se generaron muchas acciones de peligro. Mingueza lo repitió ante Portugal, superado en inferioridad siempre ante las incorporaciones de Nuno Mendes. La entrada de Pedro tampoco lo arregló, sumándole el potencial de Rafael Leao en una de las zonas en las que se partió la selección española.
