Fin de un gran mandato
El discurso del presidente tuvo un tono más sombrío de lo habitual. Obama destinó buena parte de su intervención a analizar lo que calificó como “el estado de nuestra democracia”, y eso se tradujo en las tres amenazas que enfrenta: la desigualdad, las relaciones raciales, y la tendencia, en el mundo online
Barack Obama ha cerrado su Presidencia. El primer jefe del Estado y del Gobierno de un país occidental que no es blanco se ha despedido con un discurso de casi una hora en la ciudad en la que labró su carrera política, Chicago, en el que reivindicó su legado político y, sobre todo, lanzó un ataque frontal contra el Partido Republicano en general y Donald Trump en particular, aunque sin citar a nadie por su nombre.
Obama, que es un orador de talento, volvió a recalcar los temas de la unidad y de la esperanza, y del poder de cada ciudadano en un sistema democrático para cambiar el destino de un país, y que se resume en una frase: “El cambio solo se produce cuando la gente normal se involucra”.
Fue un tono marcadamente diferente del de quien va a ser su sucesor, Donald Trump, que a lo largo de su campaña electoral ha recalcado como tema central la decadencia de EU y se ha presentado como el salvador del país, una idea que quedó de manifiesto en su discurso de aceptación de la nominación republicana, en julio, cuando dijo, en referencia a los problemas del país: “Solo yo puedo arreglarlo”.